Todo para su gloria

Hoy, en mi clase de Homilética, tengo que entregar una predicación en el Nuevo Testamento. Quise exponer el texto de Romanos 9:14-18 donde Pablo nos enseña algunas verdades acerca de la elección y reprobación.

Dios les bendiga por medio de la lectura de esta exposición.

Todo Para Su Gloria

Introducción:

Esta semana el pastor John Piper publicó en su cuenta de twitter el siguiente comentario “Si este niño hubiera muerto todo el mundo se preguntaría dónde está Dios, ¿no pueden ver ahora la mano de Dios bajo el tren?” y le seguía un enlace a un video que muestra la desesperación de una madre, que en un segundo de descuido ve como el coche donde está su bebe cae a la línea del tren y es arrastrado por varios metros. Luego aparece un oficial de la policía diciendo que el niño salió ileso del accidente.

Creo que John Piper tiene razón al decir que todo el mundo se preguntaría dónde estaba Dios. Siempre que una catástrofe acontece aparecen afirmaciones que dicen que Dios no es bueno, que no es poderoso o que es injusto.

Pablo, que conocía el corazón humano, respondió esta pregunta. Cuando escribió la carta a la iglesia en Roma Paulo escribía a una iglesia formada por judíos y gentiles y, cumpliendo su rol de apóstol a los gentiles, Pablo explica por qué ellos también pertenecían al pueblo de Dios. También explica por qué no todos los judíos eran salvos. Muchos judíos habían oído que Dios había prometido a Abraham que su descendencia sería el pueblo de Dios y creían que esa descendencia era por la sangre. Pablo explica aquí que Dios nunca prometió eso y que la salvación del hombre no está basada en su sangre sino en la elección de Dios.

En esta predicación quiero hablar acerca de algunas verdades acerca de la elección.

I. La Elección Es Justa

1. La elección es criticada (Rom. 9:14a)

En los primeros versículos de este capítulo Pablo se refiere a su tristeza por el rechazo de sus hermanos en la carne hacia Dios y en el versículo seis dice que ese rechazo no significa que Dios o su Palabra se hayan equivocado. El apóstol afirma que no todo judío en la carne pertenece al pueblo que Dios escogió. En los versículos 9 al 13 dice que los salvos, y los verdaderos israelitas, son aquellos que Dios quiso elegir. Al terminar su argumento Pablo hace una pregunta retórica. Una pregunta que no espera respuesta sino que nos hace pensar.

Sin duda a Pablo ya se le había hecho este cuestionamiento: ¿No es Dios injusto al elegir solo a algunos? Esta crítica nace naturalmente en el corazón del hombre. El hombre no quiere ser pasivo en la salvación pues cree que él es bueno o tiene algo que dar a Dios. El hombre no es humilde para aceptar que es Dios quien hace todo para que pueda ser salvo. El hombre cree que es bueno naturalmente y que Dios tiene que elegirlo.

El hombre prefiere culpar a Dios antes que mirarse a sí mismo a través de la Escritura y darse cuenta que está realmente muerto espiritualmente. El ateo existencialista Jean Paul Sartre decía: “Si Dios existe, el futuro está determinado y no soy libre. Yo soy libre; por lo tanto, Dios no existe.” La libertad es el bien más preciado para el hombre. Él quiere ser independiente de todo, incluyendo a Dios.

Lamentablemente hoy esto es fomentado por la gran mayoría de las iglesias. El arminianismo enseña que Dios nos elige de acuerdo a nuestras obras, que nosotros debemos merecer nuestra salvación. Hoy la mayoría de los “cristianos” piensa que si Dios eligiera soberana e independientemente a quienes salvar, Él sería injusto.

Juan Calvino dice que esta pregunta que se hace es “uno de los muchos absurdos con los cuales la mente humana vive ocupada.”

2. La elección es defendida (Rom. 9:14b-15)

El apóstol Pablo responde este absurdo de la mente humana de forma vehemente diciendo “¡En ninguna manera!” El hombre no tiene derecho a hacer esta pregunta.

En el versículo 15 Pablo propone ir a la Escritura para resolver este problema y hace una exposición de Éxodo 33:19. En este texto Dios afirma que la prerrogativa soberana de elegir o reprobar, de determinar quien será salvo o quien no lo será es suya.

El objetivo de Pablo es mostrar que la promesa hecha a Abraham en Génesis 12 y 15 no hablaba de una descendencia carnal sino que la descendencia de Abraham sería espiritual, es por eso que en el cuarto capítulo, en los versículos 11-12, Pablo dice que Abraham “recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

De esta forma Dios no era injusto por no salvar a todos los judíos en la carne pues no era esa la promesa que Él había hecho, ni era injusto al salvar a los gentiles pues ellos estaban incluidos en aquella promesa.

Hermanos, cada vez que intentemos hacer un juicio sobre Dios debemos recordar que Dios es quien define las cosas. Cuando decimos que Dios es injusto estamos mostrando nuestra gran depravación. Dios es el más alto estándar de justicia, todo lo que hace es justo y nuestra definición de justicia debe adaptarse a lo dicho y hecho por Dios. Dios es amor, por lo que nuestra definición de amor debe ser lo que Dios ha dicho y hecho. Cuando Dios hace una elección, sea para salvación o de cualquier situación de nuestra vida Él es justo y debe ser glorificado por eso.

Así como el texto nos enseña que la elección es justa, Pablo también nos dice que la elección es soberana.

II. La Elección Es Soberana

No necesitamos leer con mucha atención los versículos 16 y 18 para ver en ellos una explicación de la soberanía de Dios en la elección de su pueblo.

1. Dios elige soberanamente (v. 16)

En el versículo 16 leemos que el apóstol dice: “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”

Mucha gente respondería a la pregunta de la injusticia de Dios apelando al libre albedrío del hombre. La respuesta, casi siempre, es: “Dios no es injusto pues todos merecen condenación. Dios ofrece salvación a todas las personas y la que decide aceptarla, de acuerdo a su voluntad libre, será salvo.” Esa respuesta es muy distinta a la respuesta que da el apóstol. Pablo dice que la elección no está basada en la voluntad humana, pues no depende del que quiere; y tampoco depende de las obras del hombre, pues no depende del que corre. El apóstol afirma que la base de la elección es la misericordia de Dios. Se basa en la voluntad de Dios de regalar misericordia a quien Él quiere.

Jonás dice que “La salvación es de Jehová” (2.9). Y si es de Dios él decide a quien se la regala, Él decide de acuerdo a su voluntad, no de acuerdo a los méritos del hombre. Pablo en 1 Timoteo 1:15 dice que “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero.” El primero no cronológicamente sino en el sentido de grado. Pablo afirma que es el más pecador. Pero si Cristo vino para salvar también a Pablo, que es el jefe de los pecadores, como afirman las traducciones en inglés, nadie puede dejar de ser salvo por su pecado. No depende del que quiere ni del que corre.

Arthur Pink dice que la soberanía de Dios significa que “Dios, como Dios, hace lo que quiere y cuando quiere.” Dios tiene control de todo y con quien quiere tiene misericordia, a quien quiere salva, a quien quiere bendice, a quien quiere hace feliz, de quien quiere perdona sus pecados y le imputa a justicia de Cristo.

2. Dios reprueba soberanamente (v. 18)

Pero así como Dios elige salvar a quien quiere, el versículo 18 nos enseña que Dios elige condenar a quien quiere. El texto dice “Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece.” La reprobación solo es la otra cara de la lección.

A muchos no les puede gustar esta verdad pero la Escritura afirma esto. Dios endurece el corazón de los que eligió para condenación para que no creyeran en Él. Jesús, al explicar el objetivo del hablar en parábolas no dice que lo hace para que todo el mundo entienda. En Lucas 8:10 el Señor dice: “A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.” La parábola tiene el albo de esconder la verdad de quienes no debían entender, esconderla de aquellos que habían sido reprobados por Dios.

Es claro que el apóstol aquí está hablando de reprobación pues él viene hablando del rechazo salvífico de Dios a los judíos y en el versículo 13, justo antes del texto en el cual estamos meditando, el apóstol nos recuerda que en Malaquías 1:2-3 está escrito que Dios dijo que amó a Jacob y aborreció, u odió, a Esaú. Esto antes de que ellos pudieran hacer lo bueno o lo malo (Romanos 9:11).
Esta enseñanza también es rechazada cuando se dice la repetida frase “Dios odia el pecado pero ama al pecador.” En la Escritura encontramos muchos versículos que nos hablar del odio de Dios a quien hace el pecado y no solo al pecado. Algunos de estos textos son Salmos 5:5; 11:5; 73:17-20; 92:5-7; Proverbios 3:33; Malaquías 1:2-4 y 1 Pedro 3:12.

Así hermanos no podemos tener orgullo. En el evangelio no hay lugar para pensar que hay algo bueno en nosotros o algo que nos diferencia naturalmente de aquellos que no creen en Dios. Tanto nuestra elección para nuestra salvación como la elección para la condenación del que no creen están en la perfecta y justa voluntad de Dios y en sus manos poderosas. Debemos vivir recordando esta verdad en todo momento; Dios, pudiendo, no quiso reprobarnos sino que envió a su Hijo para morir por su pueblo, perdonar sus pecados y regalarnos salvación.

Ya hemos visto en el texto que la elección de Dios es justa y soberana, pero esta elección tiene un propósito. El propósito de la elección es la gloria de Dios.

III. La Elección Es Para La Gloria De Dios

En el versículo 17 leemos cual es el motivo de esta justa y soberana elección de Dios. El apóstol, afirmando que la Escritura es la Palabra de Dios misma, dice: “Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.” Nuevamente vemos al apóstol yendo a la Escritura para explicar su argumento y exponiéndonos dos objetivos que Dios tiene al elegir.

1. La elección muestra el poder de Dios (v.17a)

La primera parte del versículo, que es una citación de Éxodo 9:16, nos enseña que la elección tiene como objetivo mostrar el poder de Dios. Dice que Dios levantó a Faraón para mostrar en él Su poder. ¿Qué significa esto? Significa que Dios dio a Faraón su posición, su poder, sus talentos para reinar en Egipto, más también Dios le dio un corazón duro para rechazar los pedidos de Moisés de dejar ir a su pueblo, como afirma Éxodo 4:21. El contexto de Romanos 9 nos indica que este endurecimiento del corazón de Faraón también tiene que ver con su reprobación, para que no fuera salvo.

Vemos que Dios tiene el poder para levantar, no sólo los reyes de su pueblo, más los reyes de cualquier nación. Tiene el poder para ablandar corazones, como también para endurecerlos. También tiene el poder para sacar a su pueblo por la fuerza, venciendo a la nación más poderosa de la época por medio de milagros. Dios le dio todo el poder que Faraón tenía más demostró que Él tenía más poder aún. Dios demuestra que sólo Él es Dios. Que ni el dios egipcio, pues los egipcios consideraban que los faraones eran dioses, podía contra Él. Es más, Faraón fue siervo de Dios y un instrumento para mostrar su poder.

Muchas veces escuchamos, aún entre teólogos reformados, que Dios es activo en la salvación y pasivo en la reprobación. También escuchamos que Dios da una gracia común a toda la humanidad. Pero este texto niega ambas teorías. Dios endureció, activamente, el corazón de Faraón para no creer y dejar ir al pueblo; y el poder que le dio a Faraón no era gracioso sino que era una herramienta para su condenación y para mostrar Su poder Divino.

2. La elección de Dios anuncia el nombre de Dios (v.17b)

Dios también levantó al Faraón con el objetivo de que su nombre fuera conocido. El versículo 17 no se detiene en el poder de Dios sino que dice “Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.” Y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. Dios no quería sólo mostrar su poder, Él quería que su nombre fuera anunciado. Dios quería que todo el mundo hablara de Él. Que todo el mundo escuchara de aquel pueblo que salió de Egipto gracias a su Dios, que envió plagas y que mató a todo el ejercito del país más poderoso del mundo, de aquel Dios que abrió un mar para que su pueblo pasara por en medio de él.

Imagine que el equipo de fútbol de su ciudad le ganara al Barcelona. ¿No sería esta una noticia que se conocería en el mundo entero? Dios levantó a faraón para que todo el mundo conociera que Israel tenía un Dios verdadero. Dios endureció el corazón con el objetivo de que su nombre fuera conocido.

Pedro nos dice en 1 Pedro 2:9 que nosotros, los creyentes, somos un “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” Un pueblo, una raza escogida con un fin: que el hombre de Dios sea anunciado, para que anunciemos que Dios nos sacó de la esclavitud, de las tinieblas, para llevarnos a su luz admirable. Dios nos escogió para mostrar su poder y que su nombre sea anunciado. Todo lo que pasó, pasa y pasará en la historia del mundo, sea juzgado por nosotros como algo bueno o como algo malo tiene un propósito y es bueno porque así fue la elección de Dios.

Hermanos esta verdad nos debería hacer vivir con gozo, porque Dios se está glorificando en todo cuanto acontece. No hay nada que se escape de la voluntad y el decreto de Dios y por eso no hay nada que pueda separarnos e su amor. Dios está mostrando su poder y su gloria durante toda la historia y nosotros debemos hablar de eso.

Para concluir quiero recordemos estas tres grandes verdades que hemos podido aprender del texto.

Conclusión

1. La elección de Dios es justa. Aun cuando no entendamos algunas cosas en nuestra vida debemos reconocer que todo lo que Dios hace es justo y debemos glorificarlo por eso.
2. La elección de Dios es soberana. No hay nada en nuestra naturaleza que nos haga sentir orgullo de nosotros mismos. La salvación es del Señor y debemos glorificarlo por eso.
3. La elección tiene como objetivo la gloria de Dios. Dios muestra a través de la historia que Él es Dios, que tiene poder y que gobierna sobre todas las cosas que acontecen. Es por esto que su nombre debe ser anunciado.

John Piper también tenía razón cuando dijo que la mano de Dios estaba cuidando de aquel bebé que fue arrastrado por el tren. Pero también tenemos que reconocer que la mano de Dios está ahí cuando niños mueren atropellados. La mano de Dios está totalmente activa en todo lo que pasa en la historia y también es totalmente activa en la salvación de los creyentes y en la reprobación del impío.

¡Por todas las cosas debemos glorificar a Dios! ¡Porque todas las cosas ocurren gracias a su poder es que debemos anunciar su nombre en toda la tierra!

Que Dios nos ayude a cumplir con su propósito, Él nos ayude a glorificarlo.

10 comentarios

  1. hola ¿qué piensan al respecto de la elección de niños/bebés?, ¿han sido salvos todos los niños que mueren?

    Gracias

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  2. Hola Alberto, yo creo que han sido salvos aquellos bebés que Dios escogió salvar, aquellos que elegió reprobar no lo han sido.

    Un abrazo

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    • Gracias por responder.
      Pienso lo mismo, pero hay buenos hermanos que no, se asustan un poco con esto. He leído bastante al respecto y estoy en paz con el Señor. De todas formas podrán recomendarme algún material donde se estudie este tema para poder compartirlo? Me han dicho que muchos hermanos (calvinistas de los 5 puntos claro) han creído que todos los niños que mueren van al cielo… es esto cierto? Gracias, el Señor te recompense el tiempo invertido en responderme.

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  3. Alberto.

    La Confesión de Fe de Westminster, el documento confesional de la mayoría de los creyentes reformados, habla acerca de esto en el capítulo X, art. 3 dice que «Los niños elegidos que mueren en la infancia, son regenerados y salvados por Cristo por medio del Espíritu, quien obra cuando, donde y como quiere. En la misma condición están todas las personas elegidas que sean incapaces de ser llamadas externamente por el ministerio de la palabra.»

    Algunos, como yo, interpretamos que entre todos los niños que mueren algunos son elegidos y otros no; otros, leyendo el mismo texto, como Eduardo de Sujetosalaroca.org, leen ahí que todos los niños que mueren son elegidos para salvación.

    No conosco ningún material que hable sobre este tema… podría ser un buen tema para escribir en el futuro.

    Un abrazo

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    • Gracias por responder.
      Querido yo pienso que aquél que se plantea cosas como que todos los niños se salvan es porque piensan que no están en las mismas «condiciones» que uno. Ahora la pregunta se hace inevitable…¿en qué «condiciones» estamos nosotros? ¿acaso no estamos todos en la misma?
      Cuando el apóstol Pablo habla sobre la elección en Romanos 9 plantea justo el caso de bebés:
      Rom 9:11 (Porque no siendo aún nacidos, ni habiendo hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme á la elección, no por las obras sino por el que llama, permaneciese;)
      Rom 9:12 Le fué dicho que el mayor serviría al menor.
      Rom 9:13 Como está escrito: A Jacob amé, mas á Esaú aborrecí.
      Rom 9:14 ¿Pues qué diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.
      Rom 9:15 Mas á Moisés dice: Tendré misericordia del que tendré misericordia, y me compadeceré del que me compadeceré.
      Rom 9:16 Así que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

      Luego vemos que Dios elige soberanamente antes de nacer y por cuanto eligió a Jacob no eligió a Esaú (y esto antes de que nacieran) «no siendo aún nacidos, ni habiendo hecho aún ni bien ni mal».
      Realmente creo en la Gracia y Misericordia de mi Señor y sé que él tratará de esa manera en estos casos «especiales», pero no puedo decir que el Señor salva a todos los niños de la misma manera en que no puedo decir quién es salvo y quien no.
      El Señor te bendiga y suerte con tus estudios…2 Ti 2:1

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  4. muy buen tema marcelo =)
    oie, hay varios temas sobre los que necesito más información, entre mis compañeros hay una amplia gama de creencias y a veces surgen preguntas que no se bien como responder, te agregué a msn, cuando te pille hablamos.
    Gracias x subir tus temas, bendiciones.

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  5. Hola Luisa! Gracias… bueno ahí en msn estoy siempre jejje. Saludos

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  6. Efectivamente la Confesión de Fe de Westminster es el documento confesional de la mayoría de los creyentes reformados, sin embargo ¿cual será el fundamento Bíblico y Teológico con respecto a este tema?

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  7. Creo que el fundamento es más bien teológico. Si la elección, para salvación o reprobación, es incondicional entonces la edad en la que se muere no puede ser un criterio para decir si alguien es salvo o no.

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  8. exacto. No se por que algunos cristianos creen que los bebes que mueren, todos sin excepcion van al cielo. Es como si para ellos (los que creen esto) existe una tercera clase de persona: los creyentes, los incredulos y los bebes. Biblicamente se dice que nacemos manchados por el pecado, a Jacob se le amo y a esau se le aborrecio iuncluso antes de necer. Intonces el tema esta claro: los elegidos para salvacion van con Dios, y los elegidos para condenacion estan separados de Dios. Si decimos que los bebes van al cielo ya estamos condicuonando la eleccion que es INCONDICIONAL.

    Te veo en la semana Marce..xau

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