Removiendo Algunas Piedras de 1 Pedro 1:1-2

"...a los expatriados en la dispersión..."

«Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.»

1 Pedro 1:1-2

Lo siguiente no pretende ser un comentario exhaustivo de estos vs., sino que simplemente me limitaré a remover ciertas piedras que se asoman al momento de interpretarlo.

A veces se nos dice que ciertas cartas van dirigidas al pueblo judío, y que por eso lo dicho en ellas no es aplicable a nosotros los gentiles que por fe hemos creído en el Salvador del mundo, es decir, de judíos y gentiles por igual. Es así, entonces, como muchos enseñan que cartas como las de Pedro por ejemplo, que iban dirigidas «a los expatriados de la dispersión» o diáspora judía, no son aplicables a nosotros que no somos descendientes carnales del pueblo judío, pero tal enseñanza carece de fundamento sólido.

Concuerdo en que posiblemente Pedro haya escrito a los judíos en la dispersión tanto por su saludo inicial como por su papel como Apóstol a los judíos entre otras referencias en su primera carta, pero eso no implica que lo escrito allí solo sea aplicable a ellos. Veamos un ejemplo: una madre advierte a su pequeño que si toca la tetera puesta en el fuego se va a quemar. ¿Significa esto, entonces, que tal advertencia solo es aplicable a su hijo en particular? ¿Será que el único que se puede quemar si toca esa tetera es su hijo? Si un hijo de una de sus amigas toca la tetera ¿No se va a quemar porque la advertencia no iba dirigida hacia él? ¡¡¡Claro que no!!! Sucede que la advertencia es dirigida particularmente al hijo de esta madre, pero el contenido de la misma afecta a todo aquel que llena la condición, es decir, toca la tetera. Entonces, el argumento de algunos de que algunas cartas son aplicables solo a los judíos carece de sentido.

Podemos deducir lo mismo a partir de la misma carta. En 1 Pedro 2:10 Pedro les dice a los receptores de su carta que «en otro tiempo no [eran] pueblo, pero que ahora [son] pueblo de Dios» porque «en otro tiempo no [habían] alcanzado misericordia, pero ahora [habían] alcanzado misericordia«. Si asumimos que esta carta iba dirigida a los judíos como nación terrenal, entonces Pedro les está negando la nacionalidad judía por el simple hecho de haber descendido de Abraham según la carne, puesto que el fundamento de la verdadera nacionalidad judía se basa en la misericordia de Dios manifestada en la fe en Cristo. En otras palabras, el que cree es del pueblo de Dios y, por lo tanto, lo escrito por Pedro es aplicable a todo aquel que cree, aún cuando sus palabras fueron dirigidas a los judíos según la carne.

Los Arminianos, y en general todos aquellos que fundamentan la salvación del hombre en algún grado en las obras que éste pueda realizar, hacen uso de 1 Pedro 1:2 para enseñarnos que debido a que Pedro llama a sus receptores «elegidos según la presciencia de Dios Padre«, entonces Dios elige a aquellos que Él ve de antemano («…según la presciencia…«) responderán al mensaje del Evangelio. En esencia, el contenido de tal enseñanza contradice lo que la Biblia enseña, puesto que la fe es un don concedido por Dios al hombre (Efesios 2:8; Filipenses 1:29), que lo que no proviene de fe es pecado (Romanos 14:23) y que sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6); por lo tanto, no hay nada en el hombre que Dios pueda preveer a fin de favorecerle. Sin embargo, es posible responder tales afirmaciones desde el mismo vs. en cuestión.

El vs. nos dice que los receptores de Pedro fueron «elegidos según la presciencia de Dios Padre«, es decir, nos afirma que Dios tenía previo conocimiento de la elección de estos, pero el vs. no nos afirma de manera explícita en que se basa tal elección. Por lo tanto, afirmar que Dios elige previendo alguna respuesta del hombre es agregar al vs. lo que este no dice. Además, el vs. nos afirma que Dios elige a su pueblo «para obedecer«, es decir, con el propósito de que éste sea obediente a Sus mandamientos. Entonces ¿Qué previa obediencia puede ver Dios en el hombre a fin de elegirle para salvación? Todo lo contrario, el hombre no tiene nada en sí mismo ni puede hacer nada que mueva a Dios a salvarle, sino solo aumentar Su ira. En fin, este vs. no sirve en ningún sentido a aquellos que quieran basar la salvación del hombre en las obras de estos, sean cuales fueren.

Dicho esto, espero que el lector quede libre de obstaculos para interpretar correctamente este vs. Quiera Dios que así sea.

¡Soli Deo Gloria!

7 comentarios

  1. Muy buena explicación, solo que hay que leerlo dos veces para darle el hilo que pretende el Escritor. Gracia y Paz

    Me gusta

  2. […] 1:1-2, Elección, Gentiles, Pueblo de Dios Ver artículo completo en su fuente original: Reformado reformándome Comparte este artículo con tus amigos en facebook: […]

    Me gusta

  3. Muy bueno…

    Me gusta

  4. Gracia y Paz,

    Soy editor del blog Púlpito Cristao / Brasil, misionero, plantador de iglesias y vivo en Peru. Quiero felicitar a ustedes por la iniciativa de publicar buena literatura reformada en lengua española. Seguramente, este sitio web sera de gran ayuda para mi ministerio entre pueblos latino-hispanos.

    Gracia y Paz,

    Leonardo

    Me gusta

  5. Siempre comparto tus ideas cuando hablas de los arminianos. Pero con la nación de Israel, le veo un futuro que niegas. En cuanto a los principios que se encuentran en las cartas de Pedro se pueden aplicar a todos los creyentes, igual que lo que se encuentra en el AT. Saludos.

    Me gusta

  6. Con todo cariño y respeto la explicación está mal. Pedro escribió a judíos cristianos que habian sido espacidos después de la persecución en Hechos 8. Por eso les llama escogidos, porque Iarael fue el pueblo escogido en el Antiguo Testamento. Pedro fue hecho Apóstol para Israel no para los gentiles. Todo el lenguaje que utiliza es de la ley, los sacrificios y los profetas. Israel fue llamado a ser el pueblo especial de Dios, pero sin recibir al Mesias, eso no era posible. «Vosotros no erais pueblo» poque Jesus no habia muerto ni resucitado y ellos no habian creído en él. Ahora que ya son creyentes, ya son pueblo. La carta está dirigida a judíos creyentes. Hasta Calvino lo reconoce en un comentario.

    Me gusta


Comments RSS TrackBack Identifier URI

Deja un comentario