5 Puntos: La Perseverancia De Los Santos

arco-meta-2.jpgLa quinta y última entrega de la serie sobre Las Doctrinas de la Gracia es la que corresponde a la Perseverancia de los Santos.

Todas estas doctrinas son bíblica, lógicas y relacionadas entre ellas; La Perseverancia habla de la seguridad de todos aquellos que han sido llamados por Dios. ¿Los creyentes pueden caer del estado de gracia donde Dios los ha puesto?

La Perseverancia De Los Santos

 

 

Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús

2 Corintios 2:14

I.- Introducción

Hemos llegado a la última de las doctrinas llamadas doctrinas de la gracia y no es más que la consecuencia lógica de ellas. ¿Alguno que haya mostrado genuino arrepentimiento por sus pecados y tenido fe en Jesucristo puede perder su salvación? ¿Qué clase de pecados haría que un cristiano perdiera su salvación?

II.- Exposición De La Doctrina

La doctrina de la Perseverancia de los santos aparece en la Confesión de Fe de la siguiente manera: «Los que han sido, aceptados por Dios en su Hijo Amado, eficazmente llamados, y santificados por su Espíritu, no pueden caer totalmente ni finalmente del estado de gracia; sino que ciertamente perseverarán en ella hasta el final y serán salvos eternamente[1]

Las Doctrinas de la Elección Incondicional y de el Llamamiento Eficaz, implican lógicamente la salvación segura de aquellos que reciben estas bendiciones. Si Dios ha escogido absoluta e incondicionalmente a ciertas personas para vida eterna, y si su Espíritu aplica eficazmente a estas los beneficios de la redención, entonces la conclusión ineludible es que estas personas serán eternamente salvas.

III.- Nuestra Perseverancia No Depende De Nuestra Capacidad

Pablo dice en Romanos 6:14 «no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.»  Eso significa que el pago que por la ley merece nuestro pecado ya no es aplicable a nosotros los cristianos; esto porque los elegidos de Dios vivimos bajo su gracia. El pecado ya no puede ser causa de nuestra perdición.

Si alguno trata de poner, aunque sea en una mínima parte, su perseverancia en su propia capacidad está obligado a cumplir con toda la ley, es decir, a vivir una vida de completa obediencia. La Palabra y la experiencia nos indican que esto es imposible.

Sin dudas todos nosotros pecamos. Si Pablo, el autor más prolífico en el Nuevo Testamento, dice de sí mismo que es el más pequeño de los apóstoles (1 Cor. 15.9), el más pequeño de todos los santos (Ef. 3.8) y el primero de los pecadores (1 Tim. 1.15) nosotros también debemos reconocer esa naturaleza habitando en nosotros.

La Confesión, en su capítulo sobre la santificación, nos dice que esta lucha entre el viejo y el nuevo hombre no acabará en este mundo, que los restos de corrupción prevalecerán en nosotros por algún tiempo pero que al final la parte regenerada vencerá mediante el continuo suministro de fuerza del Espíritu santificador de Cristo[2].

La victoria de esta lucha no descansa en nuestras capacidades sino en la obra de Dios por medio de la fuerza que el Espíritu Santo pone en cada uno de aquellos que fueron elegidos por el Padre y redimidos por Cristo.

IV.- Pruebas Bíblicas

Aunque se ha dicho que esta doctrina se sigue lógicamente de las otras cuatro doctrinas no quiere decir que no haya base bíblica para argumentarla. De hecho encontramos muchos versículos que nos dicen que el Padre, que comenzó en nosotros una buena obra, la terminará perfectamente.

Rom.8:26,35-39; 6:14; 14:4; Juan 6:47,51; 5:24; 4:14; 10:28,29; 14:19; Fil 1:6; 3:20; Rom. 11:29; 1Juan 5:11,13; Heb. 10:14; 7:25; 2Tim. 4:18; Efe. 1:5; 4:30; Mat. 24:24; Gal. 2:20; Efe. 4:30; 1Cor. 10:13; 2Cor. 2:14; 4:8,14; 9:8; Jer. 31:3; 32:40; Sal. 23; 1:3; 34:7; 48:12; 92:12; 125:1; Eze. 11:19,20; 1Ped. 1:5; 2Tes. 3:3; Isa. 46:4; Luc. 10:20; Apoc. 3:5,20, 13:18; 17:8 y 20:12-15 son textos que nos hablan de la seguridad que debemos tener los cristianos de nuestra vida eterna.

V.- Conclusión

Habríamos de pensar que lo natural fuese que el hombre, en el estado presente de pobreza, miseria e impotencia espiritual, gozosamente abrazaría una doctrina que le asegura la posesión de una vida de eterna felicidad, a pesar de todos los ataques de fuera y todas las malas tendencias desde dentro; pero no es así, en cambio la rechaza y protesta en su contra.

Este esquema es tan contrario a lo que está habituado a ver en el mundo natural, que trata de convencerse a sí mismo de que no es verdad, y que si acepta esta doctrina, tendrá que aceptar las demás de la gracia soberana.

Un sistema de salvación por Gracia, es tan contrario a lo que el hombre natural (o religioso) ve en la vida diaria, donde observa que todos son tratados conforme a sus obras y sus méritos, que se le hace imposible creer que pueda ser la verdad.

Anhela ganar su salvación por esfuerzos propios, aunque ciertamente espera una paga muy elevada por un trabajo imperfecto.

Este tipo de pensamiento ha penetrado también en nuestra iglesia pero el llamado es que podamos gozarnos en cada momento de nuestra vida ya que toda ella reposa en la voluntad invariable de Dios y en su amor por nosotros.


[1] Cap. XVII, Secc. I.

[2] Cáp. XII, Secc. III.

2 comentarios

  1. nunca me hablaron d estos temas,son muy interesante estoy leyendo me cuesta entender un poco,pero hace un tiempo no estoy conforme con lo que escucho y muy adentro mio busco la revelacion de la verdad de las escrituras

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    • Lucila, ponte en contacto con algún hermano que te pueda aclarar dudas al respecto. Si tú lo deseas, estoy a tu servicio.

      Que la gracia de Dios te alcance.

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