Una vez una joven de mi iglesia me preguntó por qué su Biblia tenía más libros que la mía. Ella no sabía, como muchos de los católico-romanos, que durante el concilio de Trento, que se llamó en respuesta a la Reforma y para justificar muchas de sus herejías y sinvergüenzuras, la iglesia Romana agregó a la Biblia un conjunto de libros llamados apócrifos o deuterocanónicos, libros que nunca fueron reconocidos como Palabra de Dios.
Algunas de las Confesiones Reformadas dedican una pequeña porción a hablar sobre estos libros. Veamos lo que, en esta parte de la serie, dicen las confesiones.