Vivamos sin arrepentirnos al final de nuestros días

Andrés

Andrés

Tuve la bendición hace unos domingo de entregar la Palabra en el culto. Aquí les dejo el sermón que primeramente hablo a mi vida y también espero (y sé que así será, pues la Palabra nunca vuelve vacía) hable a la tuya.

Si yo digiere a ustedes “les queda poco tiempo de vida; resuman en 2 ó 3 palabras lo importante que han hecho en esta vida”, que dirían, que destacarían.

Haciendo o echando una mirada hacia atrás, ¿hemos hecho algo trascendente, o hemos edificado con paja y hojarasca, hemos trabajado en pos de algo que va más allá de la muerte, o sólo hemos trabajado para lograr cosas que con el pasar del tiempo serán destruidas y olvidadas, en otras palabras hemos cumplido con la tarea que como creyentes nos ha sido impuesta?

Veamos en la 2° epístola a Timoteo cap. 4, vers. 1 al 8 lo que Pablo dice y destaca al saber que el tiempo de su partida está pronto.

2Ti 4:1 al 8 (versión R.V 1960)

1.- Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,

2.- que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

3.- Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,

4.- y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.

5.- Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

6.- Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.

7.- He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

8.- Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Pablo no tenía un gozo y ni tranquilidad infundado, ni tampoco una fe ciega en lo que vendría en el futuro como erróneamente muchos creyentes piensan que debe ser la fe. El gozo de Pablo viene al saber que ha hecho lo que tenía que hacer, que ha cumplido sin importar dolores, persecución, cárcel o escasez con lo encomendado por el Señor. El lo grafica con las palabras de 2° a Timoteo 4: 7:

“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”.

1.- HE PELEADO LA BUENA BATALLA

¿Contra quién Pablo ha peleado una buena batalla, sabes tú hermano contra quién el creyente debe pelear?

Efe 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

“No tenemos lucha contra sangre y carne”: Los enemigos de carne y sangre no son sino meros instrumentos; el verdadero enemigo, oculto tras ellos, es Satanás mismo, contra quien está en conflicto la iglesia misma.

2Co 11:14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
1Pe 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

La pregunta es cómo ante tan difícil panorama se pelea una batalla, como Pablo pudo llegar a declarar que ha peleado la buena batalla.

Primero: sabiendo que nada como hombres podemos hacer

Jer 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
Jer 17:6 Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

¿Tratas de vencer, de vivir en este mundo con tu propio esfuerzo?

El que deposita confianza en el hombre será como pasto del desierto, un árbol desnudo, un triste arbusto, producto del suelo estéril, inútil y sin valor. Los que confían en su propia justicia y poder, y piensan que pueden arreglarse sin Cristo, hacen de la carne su brazo, y sus almas no pueden prosperar en gracia o consuelo.

Segundo: sabiendo que de Dios es la obra, del Señor es la batalla y Él la ganó para nosotros

Jer 17:7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Jer 17:8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

Los que hacen de Dios su esperanza, florecerán como árbol siempre verde, cuyo follaje no se marchita. Tendrán paz y satisfacción mental; no estarán ansiosos en un año de sequía. Los que hacen de Dios su esperanza, tienen suficiente en Él para compensar la falta de todos los consuelos provenientes de las criaturas. No cesarán de dar fruto en santidad y buenas obras.

1Sa 17:47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.
Pro 21:31 El caballo se alista para el día de la batalla;
Mas Jehová es el que da la victoria.

Es en esta convicción que pelearemos una buena batalla. La pregunta es ¿estás peleando la batalla cómo debe ser? ¿Estás peleando con tus fuerzas o sabiendo que el Señor da la victoria? ¿Puedes decir con autoridad como Pablo que has peleado la buena batalla?

2.- HE ACABADO LA CARRERA

Hch 13:25 Mas cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies.
Hch 20:24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Como creyentes hemos sido llamados a cumplir una labor a la cual Pablo llama carrera.

Rom 12:4-8 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Como creyente se te encomendó una tarea, tenlo por seguro. El Señor no te llamó para “calentar” una banca toda tu vida en la iglesia.
¿Estás tú hermano cumpliendo tu ministerio? Si tu llamado es entregar la Palabra lo esta haciendo? Y si lo estás haciendo lo haces conforme a lo que dicen las Sagradas Escrituras? Si tu llamado es a servir esta sirviendo? Si tu llamado es la enseñanza está enseñando? Si estás llamado a exhortar estás exhortando, amonestando, instando? Si estás para distribuir, para administrar, lo estás haciendo con generosidad y desprendimiento hacia los necesitados? Si diriges, o presides lo estás haciendo con cuidado minucioso, con diligencia? La misericordia la estás ejerciendo felizmente o sólo por cumplir y ser visto?

Finalmente ¿está corriendo una carrera de forma que puedas decir al final de tus día que la haz acabado? o sólo llegarás a la mitad, o peor aun nunca la comenzaste? Sonó el disparo de partida y no lo oíste? O tal vez está corriendo una equivocada carrera como dice en Jeremías.

Jer 8:6 Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.
Jer 23:10 Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta.

No esperes llegar a viejo para mirar atrás y darte cuenta que no haz corrido la carrera o que has corrido una mala carrera.

3.- HE GUARDADO LA FE

1Ti 1:18-19 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos,

Qué es “Guardar la fe”: significa mantenerse fiel a la fe, o sea al conjunto de doctrina aprendidas, a las creencias y convicciones a las cuales me ha llevado el Espíritu Santo, en el sentido tanto de obedecer el mensaje como de transmitirlo intacto.

Tit 1:9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
2Ts 2:15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
1Ti 4:6 Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.

Al momento de abrir nuestra boca para hablar Palabra de Dios es realmente la Palabra de Dios la que sale de ella? O son nuestras convicciones?

Una vez en un seminario de música al que fui hace muchos años escuche a Marcos Witt decir “Un cristiano no puede escuchar música secular, no concibo a un creyente que escuche eso. Debes deshacerte de esa música”. Es eso bíblico, o es su forma de ver las cosas, sus convicciones personales? Claramente lo que él decía no es bíblico, sino su forma de ver las cosas. (Si usted cree que es correcto lo que dice analice la Biblia y se dará cuenta que no es así. En la pagina web de la JUPNA hay un excelente estudio al respecto). Guardar la fe repito es tanto obedecer el mensaje como de transmitirlo intacto

El llamado bíblico a mantener sana la doctrina y seguir ésta es muy recurrente y primordial para la iglesia. Trabajar y construir sobre cualquier fundamento cuando éste no es Cristo (la Palabra) en tan inútil y absurdo como lo hizo aquel necio al edificar sobre la arena, y limar las puntas y no tomar en cuenta las faltas a ésta (a la sana doctrina) de otras personas o iglesias es muy peligroso y reprobado por el Señor.

Efe 4:14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
Mat 16:12 Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
1Ti 6:3-6 Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de verdad, que tomas la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
2Jn 1:9-10 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido!
Apo 2:14-15 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.

Por lo tanto hermanos las puntas y asperezas nunca en la Biblia se han limado o pasado por alto en pro del trabajo con otros. No lo hagamos nosotros. Muchos hombres de Dios han muerto defendiendo la sana doctrina. No permitamos que la palabra TOLERANTE se exagere nublando nuestra visión y empañando nuestras convicciones. Hay que ser tolerante, pero eso no significa que paso por alto y limo los bordes filosos de la doctrina sana del Señor para que encaje con la doctrina retorcida y enferma de hombres.

Asimismo el llamado a crecer en la sana doctrina es tan importante como el de mantenerla.

Heb 6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
Heb 6:2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.

¿Aun estas tomando leche espiritualmente hablando después de tantos años en la iglesia?¿Qué estás esperando para crecer? ¿Otra vez hay que enseñarte las mismas cosas, que Cristo vino a morir por los pecadores que Él había elegido?, ¿Qué Jesús te ama y siempre está contigo? Ciertamente son cosas importantes de conocer y recordar, pero son cosas que ya deberías tenerlas más que claras como creyente, y tú deberías estar enseñándolas a otros que no saben. Crecimiento en el Señor significa mayor responsabilidad, significa estudio serio, minucioso, concienzudo. Lamentablemente nos sentimos más cómodos en una banca, sentado sin esfuerzo escuchando lo que ya sé en vez de “inquirir en su santo templo”.

Recapitulación

Finalmente hermano repito lo que dijo el apóstol Pablo al final de sus días: “he peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”. Podremos decir al fin de nuestros días con toda autoridad estas mismas palabras? No esperemos llegar al fin de nuestra vida para mirar atrás y darnos cuenta lo inútil que esta fue. Miremos hoy para atrás, analicemos y comencemos para así no tener nada de que arrepentirnos al final de nuestros días y poder decir con Pablo “he peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”

3 comentarios

  1. Desataco la simpleza de tus palabras y las abundantes citas bíblicas. Gracias por compartir, me has dado un sacudón…

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    • Gracias por tu comentario y gracias también al Señor pues veo que sus palabras en este estudio han sacudido tu vida tanto como la mía. Bendiciones hermano Yael.

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  2. La buena batalla de la fe desde hace 5 siglos implica claramente para todo protestante genuino combatir con la espada del Espiritu al Anticristo romano. Dijo Lutero en su lecho de muerte a sus amigos: «1 cosa hay que guardar : el odio al pontifice romano», tambien Spurgeon dijo : «Es el deber de todo cristiano orar en contra del Anticristo, y en cuanto a quién es el Anticristo, ningun hombre dotado de sana razon debería hacer tal pregunta. Si no es el papismo en la iglesia de Roma, no hay nada en este mundo que pueda ser llamado por este nombre. Por amor a la verdad, nuestro protestantismo debe protestar perpetuamente: ¡No paz con Roma!»

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