Cosmovisión cristiana y arte (I parte)

Rev. Jonathan Muñoz

Rev. Jonathan Muñoz

El siguiente estudio lo subo en respuesta a la problemática que se ha planteado en mi perfil, jajaj, respecto de la música.

Este estudio fue realizado por el rev. Jonathan Muñoz de la iglesia Presbiteriana de Chile, y expuesto por el mismo en la conferencia anual 2008 de la Juventud de la iglesias Presbiteriana Nacional (JUPNA).

Espero sea de bendición para todos.

INTRODUCCIÓN:
Para involucrarnos en el mundo del arte desde una perspectiva legítimamente cristiana, debemos considerar básicamente lo siguiente:
En vez de preguntarnos
1. ¿Es este artista salvo? ¿Ha nacido de nuevo? ¿Es un creyente en Cristo Jesús?
2. ¿En su contenido hay alguna citación de un pasaje bíblico?
Lo que debemos preguntarnos es
1. ¿Es esta pieza técnicamente excelente?
2. ¿Es una expresión válida de la visión de mundo del artista? ¿Cómo? ¿En qué aspectos?
3. ¿Están la forma y el contenido debidamente integrados?
4. ¿Es comunicada alguna verdad?

¿Cuál es la razón para hacerlo de esta manera? ¿No es verdad, acaso, que toda expresión artística de quienes no creen en Cristo deber ser desechada por ser del mundo y provenir de corazones que no buscan la gloria de Dios?
Intentaremos responder a esto a través de la presente charla y, para poder hacerlo bien tendremos que hacer un recorrido que espero que no les parezca largo ni cansador.

I. LA VISIÓN DUALISTA DEL ARTE

Durante décadas la enseñanza sobre el arte en las iglesias en general ha sido: apartémonos del mundo, no hay nada bueno en él ni digno de ser rescatado. Con distintos matices, se nos ha enseñado que, como jóvenes cristianos, no podemos escuchar música del mundo, ver películas del mundo o leer libros del mundo.
Por ejemplo: la música. Hay algunos que dicen que no podemos escuchar ningún estilo musical mundano, sólo música sacra. Otros dicen que podemos escuchar algunos estilos de música mundana (como música clásica, baladas románticas, boleros), pero otros estilos, más claramente mundanos, ruidosos o de “postura rebelde” no: como el rock, el hip‐hop, el reggaetón. Otros, menos radicales, sin embargo, dicen que podemos escuchar cualquier estilo musical, siempre y cuando tenga “contenido cristiano” y sea hecho por un cristiano, un convertido a Cristo: rock cristiano, hip‐hop cristiano, reggaetón cristiano, etc.
Todas estas posturas, unas más radicales que otras, parten desde la misma base y reflejan la misma cosmovisión: que el mundo y su cultura se divide en dos frentes: la cultura cristiana, esto es, la cultura producida por cristianos y que habla de temas cristianos (mayormente soteriológicos) y la cultura mundana, la cual es enteramente de Satanás, está perdida, condenada y nada bueno hay en ella.
Ya les adelanto la respuesta: esta cosmovisión (que voy a llamar de dualista) es anti‐bíblica, ¿por qué? Porque la cosmovisión bíblica no es dualista (“del mundo” v/s “de Cristo”, “condenado” v/s “redimido” ó “réprobo” v/s “escogido”), sino trina: Creación, Caída y Redención.
Debo aclarar que el hecho de que la postura dualista sea anti‐bíblica, no quiere decir que nada bueno o correcto hay en ella (eso es dejar el dualismo entrar por la puerta de atrás, de nuevo), sino que en realidad es miope porque no ve “todo el consejo de Dios” (Hch 20.27) y sólo focaliza en una parte de la verdad. Y no debemos olvidar nunca aquello que dice un dicho que refleja muy bien la enseñanza bíblica: una media verdad es una mentira completa.

II. LA CREACIÓN: EL PUNTO DE PARTIDA.

La postura dualista parte desde una verdad bíblica: el mundo caído está en enemistad y constante oposición contra el Reino de Dios y sus propósitos redentores. ¡Esto es una verdad innegable a la luz de la Biblia! Sin embargo, si partimos desde esta verdad solamente (“mundo caído” v/s “propósitos redentores del Reino”), nos estaremos saltando y pasando por alto el primer elemento esencial de la cosmovisión cristiana: LA CREACIÓN, ya que sólo estaremos dando énfasis a la caída y a la redención y esto es, bíblicamente hablando, incoherente, inconsistente, irracional y herético.
No se puede entender la caída y la redención sin entender la creación. Por algo la Biblia comienza con el Génesis. Y digo más: por algo el Génesis comienza con el relato de la creación y no con el relato de Caín y Abel. La Biblia de los dualistas a veces me parece que comienza desde Génesis 4 en adelante, o sea, dan por sentada la corrupción del mundo, su pecaminosidad y su enemistad contra Dios y reconocen también, en contrapartida, que hay en el mundo un fiel remanente de creyentes verdaderos como Abel, Enoc y Noé a los cuales el mundo se opone. O sea, su punto de partida para entender el mundo es un mundo ya caído, donde se da un conflicto entre el bien y el mal.
Sin embargo, decir que el cosmos es hoy, esencialmente – o sea, en su misma naturaleza –, un escenario de conflicto entre el bien y el mal es negar, heréticamente, la realidad de que el Único Dios Soberano creó todo el cosmos y que lo creó muy, pero MUY BUENO (Gn 1.31). ¡Dios no creó un mundo en conflicto! Dios creó un mundo armónico y perfecto… el conflicto vino después, a partir de Génesis 3.
Nuevamente necesito aclarar algo antes de seguir: cuando digo que es herético pensar de forma dualista, no estoy diciendo que todos los pastores, líderes y cristianos que enseñan o creen de esa manera son unos herejes declarados y consumados y que deben  ser disciplinados o enviados a la hoguera, sino que estoy diciendo que muchos de ellos, sin pensarlo cuidadosamente y sin analizar con mayor profundidad, han adoptado categorías de pensamiento heréticas. Si hay alguien aquí en este caso, mi anhelo es que después de hoy día abandone estas inconsistencias involuntarias y vuelva hacia un pensamiento más bíblicamente consistente. De hecho, la verdad es que todos los cristianos, empezando por mí, necesitamos esto en distintos aspectos de nuestra vida: dejar ciertas inconsistencias y volvernos hacia un pensamiento más bíblicamente coherente. Así que no quiero que nadie se ofenda con lo que estoy diciendo. Sólo estoy haciendo un llamado a la santificación constante de nuestras mentes, como dice Romanos 12.1‐2.
Pues bien, entender el mundo y la vida (cosmovisión) desde la creación y no desde la caída o la redención, hace una GRAN diferencia. Creer que Dios creó un mundo perfecto, bueno, santo y armónico, donde todo, ABSOLUTAMENTE TODO, reflejaba abierta y notoriamente el brillo de Su gloria, es esencial para entender cualquier cosa… y el arte no es la excepción.
La soberanía de las esferas en la creación y en el arte.
Cuando Dios creó el universo, Él realizó distinciones y diferenció unas cosas de otras. De esta manera, Dios manifestó su gloria – que es una, espiritual y eterna – de maneras diferentes y concretas en el tiempo y en el espacio. Es así como vemos el hecho de que la gloria de Jehová resplandece en cosas tan distintas entre sí como el sol, la luna, los mares, las rocas, las amebas, los peces, las aves, los elefantes, el polvo de la tierra, las nubes y el ser humano. Todo esto es distinto a Dios; Dios no es nada de estas cosas porque estas cosas son criaturas y Dios es el Creador, sin embargo, su gloria está en cada uno de los aspectos de la creación.
Por eso vemos que la Biblia nos dice que Dios creó todo “según su naturaleza” (Gn 1.12), “según su especie” (Gn 1.25), “según su género” (Gn 1.21). O sea, todas las cosas del orden creado reflejan la gloria del Dios único y verdadero, pero son distintas entre sí y gobernadas por distintas leyes que Dios puso en cada “género” o “tipo” de cosas que Dios creó.
Un ejemplo sacado de la misma Biblia: “no se pueden recoger uvas de los espinos ni higos de los abrojos” (Mt 7.16). O sea, Dios creó todos los géneros o tipos de cosas según un orden, una ley interna que los gobierna y que Él mismo legisló. De esa manera, vemos que una jirafa no puede dar a luz un hipopótamo, y aún si cruzáramos animales similares, pero de especies distintas, como un burro y una yegua, ellos dan a luz un animal estéril: la mula. Porque todos los géneros o especies de criaturas son distintos, sin embargo, fueron todos creados por el mismo Dios y fueron creados para reflejar una misma gloria: la gloria de Jehová. E incluso en este sentido reflejan la gloria de la Trinidad del mismo Dios, ya que Él es tres personas distintas perfectamente unidas al subsistir como un solo Dios.
Considerar esto es de radical importancia porque quisiera dejar en claro que Dios ha creado esferas distintas en la creación no sólo en el ámbito de la naturaleza, sino también en el desarrollo de la vida humana misma.
Las distintas esferas que Dios creó en el ámbito de las relaciones humanas (con Él mismo, unos con otros o con la creación) son regidas por leyes internas según su género, pero aún así están todas interrelacionadas entre sí ya que son manifestaciones o aspectos de la imagen y semejanza de Dios en el hombre y en la mujer.
Sólo para nombrar algunas a modo de ejemplo, podemos ver que existen esferas tales como la economía (la esfera que se encarga de la administración de recursos para que todos tengamos acceso a ellos de forma justa), la política (la esfera que se encarga de la administración del poder en el orden social para que haya armonía en la sociedad civil), la religión (la esfera que se encarga de las expresiones de adoración comunitaria e individual a Dios en respuesta a su revelación para que haya comunión con Él) y también, obviamente, el arte (la esfera que se encarga de las distintas expresiones a través de las cuales los hombres manifiestan su creatividad y su percepción de lo bello).
El arte, por lo tanto, es una esfera que manifiesta la gloria de Dios en dos aspectos centrales:

a) Creatividad: Dios es el Creador absoluto, no hay nadie más creativo que Dios porque Él creó ex nihilo, o sea de la nada. Así, vemos que el arte parte del hecho de que, como somos imagen y semejanza de Dios, el Señor nos concedió algo de su capacidad creativa. Dios es el Creador absoluto, ya que es el único 100% original; la capacidad creativa del hombre no puede, por lo tanto, venir de ningún otro lugar sino de Dios, como un don suyo a la raza humana (Stg 1.17).

b) Belleza: Dios es hermoso. No existe ningún parámetro sobre o aparte de Dios para decir qué es lo bueno, lo verdadero y lo bello. Dios es el parámetro absoluto de bondad, verdad y, también, belleza. Por lo tanto, aquí vemos también como Dios creó esta esfera para manifestar en ella su inmutable gloria. Él es bello, su santidad es al mismo tiempo, temible y hermosa (1Cr 16.29; Sal 29.1‐2; Sal 96.9) y su santidad es el único atributo que aparece destacado tres veces en la Biblia, cuando en Isaías capítulo 6 los seres celestiales claman diciendo “Santo, Santo, Santo”.

Creatividad y belleza: dos conceptos esenciales en la esfera del arte, y dos conceptos que nos remiten inevitablemente hacia Dios y Su gloria.

6 comentarios

  1. muy acertado , sobre todo con todo los avances tecnlogicos y cientificos derrepente es importante que alguien nos haga ver a suelo.

    Dios le bendiga!!!!

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  2. ¿Es posible tener el tema completo?

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  3. estan las dos partes aca…la otra parte esta bajo el mismo nombre pero II..bendiciones..adios

    Cosmovisión cristiana y arte (II parte)

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  4. Mucha filosofia para intentar hacer creer que el reggaeton, el rock, el hip hop, la champeta pueden ser considerados como musica cristiana si le agregamos ciertas palabras. Pero la palabra de Dios dice: «Agradandole con temor y REVERENCIA, porque nuestro Dios es fuego consumidor». La champeta reverente, es como el diablo citando la Escritura para provocarte a pecar…El papismo como el reggaeton tienen el mismo padre y exaltan la misma carne….en cuanto a la filosofia que rechaza el dualismo por trialismo para al fin de cuentas permitir que las tinieblas aparezcan como la luz y los ritmnos endiablados como canticos espirituales, es demasiado complicado para mi pequeño cerebro, donde el sí es sí y el no es no.¡ No obstante no soy maniqueo soy cristiano!

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  5. gilberto. Creo que debes leer el tema expuesto otra vez y con biblia en mano, y prefiero no decir mas hasta que lo leas nuevamente y con entendimiento.

    adios

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  6. Hola Andres, ya respondí ayer a la segunda parte del discurso de este señor. Sé cual es tu intención, hermano, y estás equivocado. Pero te lo digo con amor no por legalismo moraista, pues yo mismo pasé por esta clase de yerro. Lo del rock, como lo de las mujeres estudiando teologia en los seminarios, es de hecho la misma cosa, todo esto forma parte del plan de Satanas para destruir el cristianismo bíblico. Los cristianos han sido procesados por la TV y aceptan pensamientos modernos que ponen mujeres en el pulpito con conciertos de rock en fondo musical. Hermano, al que tiene los ojos (espirituales) abiertos, no lo puedes engañar. Puedes acudir a todos los teologos , filosofos y eruditos del más alto nivel que quieras, no le van a cambiar el pensamiento una vez que ha captado la verdad en la Biblia. La mujeres no pueden enseñar teología y tener autoridad sobre los hombres, y los ritmos que provocan la lascivia, o el desenfreno, que mueven la carne, no agradan al Dios que nos ordena servirLe con temor y reverencia, y decencia. Me preguntarás entonces : «¿Como sabes que una musica es puramente carnal?». Dice la Escritura: «el espiritual juzga todas las cosas». Se que a la verdad no quieres engañar a nadie sino a ti-mismo porque te gusta el rock. Pero si el Espiritu de Aquel que levantó a Cristo de los muertos mora en ti; un día te mostrará el engaño en el cual tu carnalidad apoyada por el padre de la mentira te ha metido. La salvación no se pierde, pero estás perdiendo el tiempo con esas musicas y ambientes mundanos y frivolos que no tienen nada que ver con la majestad de Dios. Si eres de Dios, (lo que yo espero, pues sino no te respondería), un día cuando Le plazca a El, te mostrará, que los conciertos de musicas roquera y champetuda, que las mujeres en pantalón y enseñando al los hombres, y que trabajar con el Vaticano directa o indirectamente, todo esto es pecado. Pero esto depende de El no de mi, y El actua en la mente y en el espiritu del cristiano como y cuando quiere, a veces lo puede dejar años en su ignorancia y terquedad. Por ahora no me entiendes, pero te repito : estás bien equivocado hermano,¡ pero poderoso es El que levanta al justo caido!

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