La cuestión decisiva: ¿Qué dice la biblia sobre la ordenación de la mujer?

¿Ordenación femenina?

¿Ordenación femenina?

Aunque la perspectiva histórica enriquece y nos ayuda a entender las inquietudes principales que están asociadas con la lucha por el ministerio femenino ordenado, la pregunta decisiva es: ¿qué dice la biblia sobre este tema? Los argumentos en defensa de la ordenación de la mujer, como vimos, con frecuencia emplean argumentos basados en el avance de la civilización, en la modernización de nuestros tiempos, en el progreso humano, en la creciente participación de la mujer en otras áreas de la sociedad, y no siempre da atención adecuada a los textos bíblicos relevantes.

Aunque en nuestro deseo de seguir la verdad de Dios debemos tomar en cuento los tiempos en que vivimos, como por ejemplo lo que nos enseñan las ciencias de apoyo para la teología como la psicología y la sociología, a fin de cuentas el asunto sólo podrá ser decidida realmente en términos de las Escrituras – por lo menos para las iglesias que se consideran ‘Reformadas’, y que suscriben confesionalmente a la regla de los reformadores: Sola Scriptura. Nuestro propósito en este artículo es señalar y examinar (aunque de manera breve) los pasajes del Nuevo Testamento que no pueden ser ignorados sobre la ordenación de mujeres a los oficios eclesiásticos.

Pasajes del Nuevo Testamento usados paradefender la ordenación de mujeres

Comenzamos esta parte analizando dos pasajes del Nuevo Testamento usados por los defensores de la ordenación femenina como evidencia de que las mujeres deben ser ordenadas al ministerio.

Gálatas 3:28 – ‘La Carta Magna de la humanidad’
Este pasaje, aclamado por las feministas como la «Carta Magna de la Humanidad» es, sin duda, el más usado por los defensores de la ordenación femenina:

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús (Gálatas 3:28).

La interpretación feminista
La interpretación feminista interpreta la expresión «todos vosotros sois uno en Cristo» significando «todos vosotros sois iguales en Cristo». O sea, interpreta «uno» como «iguales». De acuerdo con esta interpretación, el pasaje muestra que están abolidas todas las diferencias en la Iglesia provocadas por raza, posición social o sexo. Todos son iguales. Con la venida de Cristo se acabó la distinción entre judíos y gentiles, entre esclavos y libres, y entre hombres y mujeres; todos son aceptados en la Iglesia, inclusive para ejercer actividades como iguales. En Cristo (así defienden los defensores de la ordenación femenina) volvemos al propósito original de Dios en la creación, que fue la plena igualdad entre hombre y mujer. La subordinación de la mujer al hombre, continúan diciendo, fue el resultado posterior de la caída (Gen. 3:16b), y no era parte de la creación original de Dios. Cristo vino para abolir la maldición impuesta por la caída, y en El todas las dimensiones de la maldición sobre la mujer quedan anuladas. Impedir que las mujeres ejerzan puestos oficiales en la Iglesia, argumentan, sería introducir una distinción basada en el sexo, lo que sería abiertamente contrario a la enseñanza de Pablo en este pasaje.

Dificultades con esta interpretación
La interpretación feminista de Gálatas 3:28 conduce a algunos problemas exegéticos. Primero en cuanto al contexto. Pablo escribe la carta a los gálatas para responder a cuestiones que surgieron sobre la justificación por la fe en Cristo en contraste con las demandas de la ley de Moisés y el papel de la circuncisión, del calendario religioso de los judíos y de las leyes dietéticas. En el capítulo 3 Pablo está exponiendo el papel de la ley de Moisés dentro de la historia de la salvación, que fue el de servir de ayo para conducir a Cristo (Gálatas 3:23-24). Con la venida de Cristo, continúa el apóstol, los de la fe ya no están bajo la ley de Moisés: por el bautismo pertenecen a Cristo (3:25-27). La abolición de las diferencias mencionadas en el versículo bajo estudio (3:28) son en relación a la justificación por la fe. Todos, independiente de su raza, color, posición social y sexo, son recibidos por Dios de la misma manera: por la fe en Cristo. Por tanto, Gálatas 3:28 no está tratando del desempeño de los papeles en la Iglesia o en la familia, sino de nuestra posición delante de Dios. El asunto de Pablo no es las funciones que los hombres y las mujeres desempeñan en la Iglesia de Cristo, sino la posición que todos los que creen disfrutan delante de Dios – esto es, herederos de Abraham e hijos de Dios.

En segundo lugar, Pablo fundamenta la subordinación femenina no solamente en la caída, sino tambiény principalmente en la propia creación (1 Corintios 11:7-10; 1 Timoteo 2:12-15). Cuando Pablo argumenta en favor de la sujeción de la esposa, él parte no de la teología de la caída, sino de la teología de la propia Iglesia, de la relación entre Cristo y su Iglesia, como en Efesios 5:22-24.

Tercero, Pablo no está enseñando en este pasaje – ni en ningún otro pasaje del Nuevo Testamento – que Cristo ya abolió en esta presente época total y plenamente los efectos del pecado y los castigos impuestos por Dios al hombre y la mujer desde la caída. Todavía hay aspectos o dimensiones de la era venidera que aguardan pleno cumplimiento cuando Cristo vuelva. Por ejemplo, Cristo ya reina, pero no todo está sujeto plenamente a él (Heb. 2:8b); ya tenemos la vida eterna, y ya fuimos resucitados con Cristo, más aun no estamos libres de la muerte impuesta por Dios a Adán en Génesis 3:29 (ver 1 Corintios 15:20-28). La nueva creación (ver 2 Cor. 5:17) ya fue inaugurada, pero aún no vemos la presente creación librada de la sujeción a la corrupción (Rom. 8:8-25); Satanás ya fue derrotado conforme a lo prometido en Génesis 3:15, pero aún será destruido (Rom. 16:20). Los creyente ya entraron en el descanso de Dios (Heb. 4:1-13), pero aún no están exentos del trabajo arduo al cual la humanidad fue sometida después de la caída (Gen. 3:17-19). Las mujeres cristianas no están libres de los sufrimientos de parto por estar en Cristo, e igualmente no deben esperar estar exentas de la subordinación que fue determinada en la creación y reforzada en la caída. La plena redención de estas cosas, y las demás que aún afligen a los cristianos hombres y mujeres, ocurrirán plenamente en la parousia, cuando el Señor Jesús trae el Reino de Dios en plenitud.

Por lo tanto, no se puede usar Gálatas 3:28 como fundamento para la ordenación femenina sin que se haga violencia al contexto original, y sin que se ignore la enseñanza de Pablo sobre el cumplimiento aún venidera de la plenitud de las bendiciones de Cristo.

Hechos 2:16-18: Pentecostés y las mujeres
Este pasaje es parte del sermón de Pedro en el día de Pentecostés, donde él cita una profecía del Antiguo Testamento sobre el futuro derramamiento del Espíritu Santo (Joel 2:28-29) para explicar lo que acababa de acontecer consigo y con los demás discípulos de Jesús en Jerusalén cuando el Espíritu Santo vino sobre ellos (Hechos 2:1-4).

Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños;y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, yprofetizarán (Hechos 2:17-18).

La interpretación feminista
Los defensores de la ordenación femenina destacan que Pedro incluye a las hijas y a las siervas, al igual que a los hijos y a los siervos, en la recepción del Espíritu Santo. Y argumentan que no puede haber ninguna distinción en cuanto al servicio a Dios basada en sexo, ya que las mujeres recibieron el mismo Espíritu (y ciertamente los mismos dones) que los hombres, lo cual fue dado para capacitar a la Iglesia para el servicio.
El argumento procede mostrando que en la Iglesia apostólica las mujeres oraban, profetizaban (ver Hechos 21:9, las cuatro hijas de Felipe que eran profetizas), hablaban en lenguas, servían (Rom. 16:1, Febe),
evangelizaban al igual que los hombres. Algunas tenían iglesias reunidas en sus casas (Hechos 12:12). Priscila, por ejemplo llegó a enseñar a Apolos el camino de Dios con más exactitud (Hechos 18:26). Pentecostés, argumentan las feministas, es la abolición de las distinciones de género en la Iglesia, pues al dar a las mujeres el mismo Espíritu que a los hombres, Dios mostró que ellas deben ser admitidas a los mismos niveles de servicio que ellos.

Las dificultadas con la interpretación feminista
Primero, si las mujeres ejercían los mismos ministerios que los hombres en el período de la Iglesia apostólica, ¿por qué no hay ninguna mención en el Nuevo Testamento de apóstolas, presbíteras, pastoras, diaconisas o obispas? ¿Por qué no hay ninguna recomendación de Pablo en cuanto a la ordenación de mujeres, cuando instruyó a Timoteo y Tito sobre la ordenación de presbíteros? Basta una lectura superficial de las calificaciones exigidas por Pablo en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-9 para tener la impresión de que el apóstol tenía en menta la ordenación de hombres: el oficial debe ser marido de una sola esposa, gobernar bien su casa y sus hijos (función del hombre en los escritos de Pablo, Efesios 5:22-24).

Segundo, los fenómenos asociados por Pedro con el derramamiento del Espíritu Santo en los últimos días – como profecía, sueños, visiones, los cuales se mencionan como dados a las mujeres – no están ligados en el Nuevo Testamento al puesto de presbítero, pastor o diácono, y por tanto podían ocurrir sin que las personas involucradas (hombre o mujer) fueran ordenadas. Había profetizas en la iglesia apostólica, como las cuatro hijas de Felipe (Hechos 21:9; ver 1 Cor. 11:5), pero no leemos que eran presbíteras, pastoras o diaconisas. Aunque no tenemos registro en el Nuevo Testamento de otras personas que tuvieron sueños o visiones como resultado del derramamiento del Espíritu Santo, no es imposible que haya acontecido; pero en este caso, con certeza, no estaba restringido a pastores y presbíteros. La conclusión es que las manifestaciones carismáticas mencionadas en Hechos 2:17-18 (profecía, sueños, visiones) y extendidas a las hijas y siervas (mujeres creyentes) no exige la ordenación al ministerio de presbítero o diácono de las personas que las reciban.

Tercero, la recepción de los dones del Espíritu Santo (especialmente los dones relacionados con la enseñanza) por parte de las mujeres cristianas no implica que ellas deben ser ordenadas por las iglesias para ejercer tales dones. No se puede demostrar bíblicamente que en la iglesia apostólica las mujeres dotadas con dones de enseñanza y liderazgo fueran ordenadas. Aunque Pablo reconoce que las mujeres podrían profetizar durante los cultos al igual que los hombres, sin embargo les impone una participación diferente en el acto de profetizar, exigiendo que oren y profeticen con la cabeza cubierta, expresión cultural de que estaban bajo autoridad (1 Cor. 11:3-15).

Cuarto, el Nuevo Testamento no enseña que el acceso a los puestos oficiales era basado exclusivamente en la posesión de los dones espirituales, o que las personas espiritualmente dotadas eran necesariamente ordenadas. No parece que esto siempre fuera el caso. Aunque la aptitud de enseñanza (¿don de enseñanza/maestro? ver Rom. 12:7; Ef. 4:11) y la capacidad de gobernar (1 Tim. 3:4-5; ¿don de gobierno? Rom. 12:8) sean requisitos claros en las únicas dos listas que tenemos en el Nuevo Testamento para las calificaciones de los presbíteros y pastores (1 Tim. 3:2; Tito 1:9), no hay evidencia en el Nuevo Testamento que todos los que tenían estas capacidades (o dones) debían ser ordenados.

La interpretación de los dos pasajes examinados arriba muestra que las mujeres tenían un papel importante en el nacimiento y desarrollo de la Iglesia cristiana, pero no muestra que ellas debían ser ordenadas para esto. Encontramos que las mujeres cristianas, junto con los hombres, participaban de la gracia de Dios y los dones del Espíritu sin restricciones. Sin embargo, esto no nos dice nada sobre la ordenación al ministerio.

Pasajes del Nuevo Testamento que ponen restricciones al ministerio femenino
Si los pasajes usados a favor de la ordenación de pastoras, presbíteras y diaconisas no prueban realmente el punto, de otro lado tenemos diversos pasajes que claramente imponen restricciones al ministerio femenino en las iglesias locales.

1 Corintios 11:3-16
Escribiendo a los creyentes de Corinto acerca de cuestiones relacionadas con el culto público, Pablo aborda el problema causado por algunas mujeres que estaban orando, profetizando (y probablemente hablando en lenguas) con la cabeza descubierta, o sea, sin velo, y así contradiciendo la costumbre de las iglesias primitivas (1 Cor. 11:16). Lo que todos los datos indican es que ellas habían entendido que el evangelio había abolido no sólo las diferencias entre raza, sino toda diferencia de función en la Iglesia entre hombres y mujeres creyentes. Por tanto, ellas querían abolir en los cultos públicos el uso del velo, que en la cultura de aquella época era la expresión externa del concepto de la subordinación de la mujer al hombre. Pablo no les niega el derecho de participar en el culto, sino que insiste en que ellas deben hacerlo usando el velo. No usarlo significaba deshonra, indecencia, vergüenza (1 Cor. 11:5,6,14). La enseñanza de Pablo en 1 Corintios 11 es que las mujeres deben participar en el culto preservando la señal de que están bajo la autoridad eclesiástica masculina. La implicación es que si las mujeres deben participar en el culto bajo la autoridad eclesiástica masculina, se sigue que no pueden ejercer esta autoridad; y ya que el ejercicio de autoridad eclesiástica es realizado por medio de personas ordenadas para los oficios eclesiásticos, se sigue que las mujeres no pueden ser ordenadas a estos oficios.

Respuesta a algunas preguntas
Examinemos ahora algunas preguntas que generalmente surgen en contra de la interpretación tradicional del pasaje conforme a la exposición arriba. Nuestra meta es aclarar dudas y rebatir acusaciones infundadas.

1. ¿Cuál es la relación entre lo que Pablo manda sobre el uso del velo en la Iglesia y el asunto de la ordenación de mujeres? Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Respondemos que sí, tiene mucho que ver. Aunque el uso del velo es obviamente una práctica de la cultura oriental, el punto central del pasaje es lo que el velo representaba en aquella cultura. El apóstol está preocupado con la pregunta sobre la autoridad eclesiástica y ¡no con un pedacito de ropa femenina! El se refiere al velo como señal de autoridad. El texto griego original dice literalmente que «la mujer debe traer autoridad sobre su cabeza» (1 Cor. 11:10). Esto es una referencia a lo que el velo representaba en aquella cultura, o sea, que ella tenía la autoridad del hombre, su cabeza, sobre sí (Algunos entienden el texto así: «la autoridad que la mujer tiene». Pero este exégesis hace violencia a todo el contexto, y a la enseñanza del Nuevo Testamento). En otras palabras, aunque Pablo permite que la mujer ore o profetice en el culto público, él requiere que ella debe presentarse de una manera que muestra claramente que está bajo autoridad en el mismo acto de orar o profetizar. Una mujer ordenada ejerce autoridad eclesiástica sobre una congregación en la cual existen hombres. Ella gobierna y enseña con autoridad – sea como pastora o cualquier oficio en la iglesia. Tal posición contradice claramente la enseñanza de Pablo.

2. La enseñanza de Pablo sobre el uso del velo está condicionada por la cultura de su época y no tiene más aplicación hoy. Respondemos que el uso del velo obviamente formaba parte de otra cultura. Sin embargo, el uso del velo representaba estar bajo la autoridad masculina, y esto es un principio permanente para la mujer cristiana de cualquier cultura. Tanto es así, que el argumento de Pablo para fundamentar su posición se basa en principios teológicos e inmutables. Primero Pablo argumenta a partir de la subordinación de Dios Hijo a Dios Padre (1 Cor. 11:3-5). El Padre es la cabeza de Cristo que, por su lado, es cabeza del hombre, y el hombre es cabeza de la mujer. Segundo, Pablo argumenta con base en el relato de la creación en Génesis 2 (1 Cor. 11:8,9). El apóstol inspirado ve en los detalles de la creación una determinación divina en cuanto a los diferentes papeles del hombre y la mujer. La mujer fue creada no sólo del hombre, sino por causa de él. La intención divina debe ser reflejada en el culto público. O sea, la mujer debe participar de forma voluntaria en su condición de subordinación.

3. La palabra ‘cabeza’ no necesariamente significa autoridad, sino fuente, o responsable. Pablo sólo está diciendo que Dios formó a la mujer del hombre. Respondemos que hay varios hechos que militan en contra de que esta interpretación sea la correcta: 1) Estudios exhaustivos hechos en la literatura griega antigua demuestran que ‘cabeza’ en la vasta mayoría de los casos, significa ‘cabeza’ y no ‘fuente’. 2) En el pasaje paralelo de Efesios 5:22,23, el término ‘cabeza’ tiene el sentido claro de ‘tener autoridad sobre’. Lo mismo encontramos en Efesios 1:22. Es en este sentido que Pablo usa el término aquí en 1 Corintios 11:3.

1 Corintios 14:33b-38
Este es otro pasaje de la pluma del apóstol Pablo que es de relevancia para el debate sobre el ministerio femenino ordenado, pues aquí Pablo pone algún tipo de restricción para la participación de las mujeres.
Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quierenaprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en lacongregación (1 Corintios 14:33-35).

El punto principal relacionado con este pasaje es ¿que tipo de restricción le está imponiendo Pablo a las mujeres? Esta restricción no parece ser absoluta en el sentido de reducir a las mujeres al silencio total en los cultos, ya que en 1 Corintios 11:5, Pablo da a entender que ellas podían orar y profetizar en las reuniones siempre que se presentaban de manera apropiada, reflejando que estaban bajo la autoridad masculina. La interpretación que trae menos problemas es la que defiende que Pablo tienen en mente un tipo de ‘habla’ de parte de las mujeres que no implique una posición de autoridad eclesiástica sobre los hombres creyentes. Ellas podían hablar en los cultos, pero no de una forma en que parecían insubordinadas (ver v. 34). En el contexto inmediato Pablo habla de ‘juzgar’ a los profetas en el culto (v. 29), y esto involucra un cierto tipo de cuestionamientos, y posiblemente la corrección de los profetas por la iglesia reunida. Posiblemente Pablo está prohibiendo que las mujeres pregunten o enseñen a los profetas en público (ciertamente habría hombres entre ellos).Si ellas tenía dudas en cuanto a lo que fue dicho por uno
o más profetas, las casadas entre ellas deberían aclararselo en las casas con sus maridos (si eran creyentes, naturalmente, ver vs. 35). Esta prohibición de hablar autoritativamente en las iglesias ciertamente las excluye del ministerio ordenado.

Respuestas a algunas preguntas
Veamos ahora algunas preguntas en conexión con lainterpretación tradicional de este pasaje conforme a lo expuesto arriba.

1. Este pasaje donde Pablo manda el silencio de las mujeres en las iglesias no fue escrito por Pablo, sino por un escribano machista, muchos años después de Pablo, y fue introducido en la biblia. Es una interpolación y no forma parte del texto inspirado. Respondemos que aunque existen algunos problemas textuales en 1 Corintios 14:33-35 (en algunos manuscritos este pasaje aparece en un lugar diferente), sin embargo todos los manuscritos griegos de 1 Corintios que tenemos tienen este pasaje. El que hace este tipo de especulación carga con el deber de probar lo que afirma, o sea, producir un manuscrito de 1 Corintios donde falta este pasaje. Como se desconoce la existencia de tal manuscrito hasta hoy, esta pregunta queda en el campo de las meras especulaciones.

2. Pablo simplemente se contradice: en el capítulo 11 él había afirmado que la mujer podía orar y profetizar en los cultos. Respondemos que aunque dejáramos de lado la doctrina de la inspiración y la inerrancia de las escrituras, aún así esta hipótesis sería altamente improbable que un hombre inteligente, capaz y agudo como Pablo se contradijera en un asunto tan vital para el culto en las iglesias en el corto espacio ¡de dos capítulos! Si en el capítulo 11 Pablo permitía que las mujeres hablaran en culto, se sigue que la prohibición de capítulo 14 debe ser de algún tipo de compartir especial. Conforme a lo que estamos afirmando, la prohibición de Pablo era con respecto a juzgar a los profetas.

3. Pablo está prohibiendo simplemente que las mujeres hablen en lenguas. Respondemos que si esto es el sentido del pasaje, no es patente ni natural. ¿Por qué Pablo prohibiría solamente a las mujeres que hablaran en lenguas? Se debe notar que las indicaciones de Pablo sobre lenguas se terminan en 14:28. Después de esto él trata la cuestión de los profetas en 14:29-33. No tiene mucho sentido que Pablo esté retornando al asunto de hablar en lenguas en 14:34. Sus lectores ciertamente no percibirían esto.

4. Pablo se refiera a las conversaciones durante el culto que interrumpían el servicio divino. Respondemos que este tipo de argumento realmente es machista, porque supone que las mujeres son ¡más ‘hablantines’ que los hombres! ¿Por qué Pablo prohibiría las conversaciones de las mujeres y no de los hombres?

5. La prohibición de Pablo es simplemente cultural, pues en el Oriente era vergonzoso para una mujer hablar en culto. Pablo quería evitar motivos de conflicto y hostilidades sociales que impidieran el avancedel evangelio en Corinto. Nuestra respuesta es que las indicaciones de Pablo están de acuerdo con el espíritu cristiano de todas las demás iglesias, 14:33b. Por lo tanto no es sólo un mandato local para la iglesia en Corinto. Está conforme a la ‘ley’, una referencias no a las leyes griegas (el término ‘ley’ nunca es usado en el Nuevo Testamento en este sentido), sino conforme a las Escrituras, donde claramente enseña la sumisión de la mujer (ver Gen. 3:16; Nm 30:3-13). Y las iglesias de Corinto no debían infringir las costumbres de las demás iglesias o las enseñanzas de los apóstoles (14:36-38). Ellas no era la ‘iglesias madre’, de quienes había salido la Palabra de Dios (14:36). Sus líderes, los profetas y los ‘espirituales’ debían reconocer la autoridad apostólica de Pablo y someterse a su enseñanza en este asunto (14:37-38). Queda claro que Pablo esta estableciendo un principio permanente para las iglesias, y no está ejerciendo una mera jurisprudencia teológica local por escrúpulos misioneros culturales.

1 Timoteo 2:11-15
En su primera carta a Timoteo, su colaborador e hijo en la fe, quien tenía a su cargo la iglesia en Efeso, Pablo hace las siguientes indicaciones en cuanto a las mujeres:

La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; yAdán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia (1 Timoteo 2:11-15).

La interpretación histórica de este pasaje es que el apóstol aquí determina que las mujeres creyentes de Efeso aprendan la doctrina cristiana en silencio, sometiéndose a la autoridad eclesiástica de los que enseñan
– en el contexto, estos son hombres (v. 11). Ellas, por su parte, no tienen permiso para enseñar a los hombres con esta autoridad, ni ejercer autoridad en las iglesias sobre los hombres, sino que debe estar en sumisión y silencio (v. 12). El fundamento que presenta el apóstol es doble: Dios primero formó al hombre y luego la mujer (v. 13). Y ella fue engañada por Satanás y pecó (v. 14). La inferencia obvia es que las mujeres no pueden ser ordenadas al ministerio, pues así estarían contradiciendo claramente lo que Pablo especifica, ya que la ordenación al ministerio dota a la mujer con autoridad eclesiástica para gobernar y enseñar a los hombres. En las cartas pastorales de Pablo, ‘enseñar’ siempre tiene el sentido restringido de instrucción doctrinal autoritativa, hecha con el peso de la autoridad oficial de los pastores y presbíteros (1 Tim. 4:11; 6:2; 5:17).

Notemos que Pablo no está prohibiendo todo y cualquier tipo de enseñanza hecha por las mujeres en la iglesia. Las profetizas en la iglesia apostólica seguramente tenían algo que decirle a los hombres durante el culto. Para el apóstol Pablo, el asunto es el ejercicio de autoridad sobre los hombres, y no la enseñanza. El ministerio didáctico femenino, ejercido con la autoridad que el oficio conlleva, sería una violación de los principios que Pablo percibe en la creación y en la caída.

Respuestas a algunas dudas
Algunos han levantado dudas en cuanto a la interpretación tradicional que hemos dado arriba. Vamos a intentar responder a ellas.

1. Si Pablo está prohibiendoquelas mujeres enseñen,por qué Priscila enseñó a Apolo (Hechos 18:24-26), y había profetizas en las iglesias primitivas? Respondemos que enseñar en el Nuevo Testamento es una actividad bien amplia. El mismo apóstol manda que las mujeres ancianas enseñen a las más jóvenes a amar a sus maridos (Tito 2:3-5). Así, queda claro que Pablo no está ordenando una prohibición general. La enseñanza que Pablo no permite es aquella en que una mujer asume una posición de autoridad eclesiástica sobre el hombre. Esto se torna evidente por el hecho de que Pablo fundamenta su enseñanza en las diferencias con que el hombre y la mujer fueron creados (v. 13), y por la frase ‘dominio sobre el hombre’
(v. 12b).

2. Las indicaciones de Pablo simplemente se refieren a que las mujeres no enseñen a sus esposos, ya que
las palabras usadas por Pablo para ‘hombre’y ‘mujer’ en este pasaje pueden ser traducidas como ‘esposa’ y ‘esposo’. Respondemos que esta traducción no es muy factible. El contexto y la forma en que Pablo construye las frases apuntan en otra dirección. Si Pablo quería referirse a los esposos, habría usado un artículo definido o un pronombre posesivo antes del término ‘hombre’. Si así fuera el caso, quedaría así: «No permito que la mujer enseñe, ni que ejerza dominio sobre su esposo», como lo hace en Efesios 5:22 (ver Col. 3:18). Aparte de estas consideraciones, el contexto claramente trata de hombre y mujer genéricamente (1 Tim. 2:8-9).

1 La crítica moderna ya probó que 1 Timoteo no fue escrita por Pablo sino por un discípulo de él, en el siglo 2, quien tenía tendencias machistas. Respondemos que la crítica moderna no ha presentado resultados tan seguros como se alega. No tenemos espacio aquí para exponer los argumentos a favor del carácter genuino de 1 Timoteo. Nos limitamos a decir que los argumentos presentados en contra de la autoría paulina no son tan convincentes como para abandonar lo que la Iglesia ha aceptado durante siglos. Las diferencias de estilo, algunas diferencias de vocabulario y énfasis doctrinales que se encuentran en 1 Timoteo pueden ser explicado fácilmente de otra forma que negar la autoría de Pablo. No debemos rechazar las implicaciones de 1 Timoteo 2:11-15 para el debate con base en un hipótesis de algunos teólogos liberales en cuanto a la autenticidad de esta carta.

2 Si el mismo Pablo enseña que no hay más condenación para los que están en Cristo (Rom. 8:1), ¿por qué las mujeres creyentes aún tienen que cargar sobre ellas la culpa de Eva? Respondemos que ninguna mujer cristiana lleva la culpa del pecado de Eva (todas nuestras culpas fueron pagadas por el Señor Jesús), pero si lleva las consecuencias de ella. Estas consecuencias son más que la sumisión al marido: incluyen también los dolores de parto y la misma muerte (Gen 3:16, 19). Estos serán quitados solamente en la resurrección de la muerte. Pero aún más, la sumisión de la mujer no fue establecido solamente después de la caída, sino que en la misma creación del hombre y la mujer, como ya vimos ampliamente arriba.

Conclusión
Nuestro análisis de los pasajes más usados para defender la ordenación de la mujer al ministerio demostró que estos no dan apoyo a los objetivos del programa feminista, aunque, ciertamente debemos impulsar y defender el ministerio no-ordenado de la mujer en nuestras iglesias. Por otro lado, nuestro análisis de los pasajes usados como evidencia de que Dios no quería que las mujeres cristianas ministren a los hombres con autoridad eclesial en la iglesia – sea en la enseñanza o el gobierno – mostró que la interpretación tradicional de estos pasajes se encaja en sus contextos, honra la aplicabilidad de los principios bíblicos para nuestros días, y responde satisfactoriamente a las objeciones.

Fuente: http://www.clir.net
Autor: Rev. Augustus Nicodemus Lopes

13 comentarios

  1. Hermano. Dios le continue bendiciendo hasta que sobre abunde….

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  2. muy bueno el analisis, me quedo muy claro todo. sin embargo seria bueno que hable y analize el machismo en las iglesias. en las cuales se denigra y provacan que las mujeres no tengan absolutamente ningun interes en la iglesia. Lamentablemente muchas mujeres creen que Dios es machista y que obvio Pablo es peor, lo que provoca que sientan el rechazo en las congregaciones, no encontrando ninguna diferencia entre lo que se vive en las iglesias y lo que vivieron estando fuera de ellas.
    ¿que diria Cristo me pregunto?

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    • Tienes razón Viviana, justo ahora estoy leyendo un libro sobre matrimonio. Yo creo que pronto voy a escribir algo como lo que pides.

      Dios te bendiga.

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  3. gracias Marcelo!!muy bueno el artículo, tu blog me lo recomendó natanael, y la verdad no se equivocó!!sumamnete edificante

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  4. ¿Que la Biblia no hace mención de ninguna mujer Diaconisa, Apóstol o Pastora? ¿Y que Biblia lees tu? Porque Romanos 16:1 Pablo habla de Febe, una Diaconisa RV60, y no solo eso, la carta de los Romanos, Pablo la envió por medio de Febe, una Diaconisa RV1009.

    1 ENCOMIÉNDOOS empero á Febe nuestra hermana, la cual es diaconisa de la iglesia que está en Cencreas:
    2 Que la recibáis en el Señor, como es digno á los santos, y que la ayudéis en cualquiera cosa en que os hubiere menester: porque ella ha ayudado á muchos, y á mí mismo. RV1906, RV60.

    27 Al sólo Dios sabio, sea gloria por Jesucristo para siempre. Amén. Fué escrita de Corinto á los Romanos, enviada por medio de Febe, diaconisa de la iglesia de Cencreas.

    7 Saludad á Andrónico y á Junia, mis parientes, y mis compañeros en
    la cautividad, los que son insignes entre los apóstoles; los cuales también fueron antes de mí en Cristo.

    Para muchos puede resultar extraño que un hombre hable de temas como estos, algunos pensarán que he sido un traidor al género másculino, precisamente por ello creo necesario hablar de esto, para que se intente modigerar el pensamiento fundamentalista y machista con que algunos interpretan las Escrituras y entiendan que la mujer es colaboradora fundamental en el sacerdocio del varón, y el varón es fundamental en el sacerdocio de la mujer.
    En el principio de todas las cosas Dios crea una humanidad en igualdad de condiciones, hechos a imagen y semejanza de Dios (Gen. 1:26), ambos responsables de la administración del Paraíso, suficientemente capaces de dirigir su descendencia y orientarla a mantenerse apegados a la voluntad de Dios, sin embargo el pecado entró en la humanidad y comenzaron las desigualdades, el hombre culpa a la mujer de su fracaso espiritual, y es entonces cuando ella queda sometida de modo impositivo a lo que determine el hombre, reitero la fuente de esta desigualdad: EL PECADO, y no DIOS.

    Sin pretender crear polémica creo necesario compartir algunos Escritos que he traducido respecto al tema, no pretendiendo poner a la mujer sobre el hombre sino a la par, es necesario comprender la mente de Dios para estos tiempos, El quiere que hombre y mujer dediquen sus vidas al servicio, estén dispuestos a cumplir la Gran Comisión sin restricciones de puestos o títulos, es necesario recordad que frente a Dios mujer y varón poseen la capacidad de reproducir el Carácter de Cristo en otros, de asumir roles de liderazgo.

    MINISTERIOS DE MUJER EN LA TEMPRANA IGLESIA

    La escritura menciona una amplia variedad de ministerios de mujeres que fueron aprobados por Dios y elogiado por la temprana iglesia. Oficinas de Testamento Nuevas sostenidas por mujeres incluyen la apóstol, la profetiza, la pastora, la líder diáconisa, la viuda y la virgen. Además, Pablo dice respecto de ciertas mujeres y hombres como ” compañeros de trabajo. ” Estas mujeres eran los colegas del apóstol en el ministerio. El Testamento Nuevo relaciona más actividades de ministerio de mujeres, incluyendo la oración, la hospitalidad, enseñanza y la evangelización

    LA APÓSTOL JUNIA

    En Romanos 16:7, Pablo elogia a una mujer, llamada Junia junto a Andrónico, como ” muy estimados entre los apóstoles” A pesar de la mala traducción moderna de su nombre como “Junias” masculino “o Junius”, ningún comentarista antes del año 13o preguntaba si este apóstol era una mujer (1)Por ejemplo, Juan Crisóstomo, cuyas escrituras a menudo expresan la misoginia, escribió de Romanos 16:7 “cómo grande es la devoción de esta mujer que ella debería ser contada como digna de ser denominada apóstol! ” (2) Resulta particularmente asombrosa que el mismo pensamiento perdurar por casi un milenio antes de de erosionar la intolerancia de ministerios de mujer en la iglesia medieval. La razón del testimonio es simple: todos los manuscritos antiguos griegos y latinos que elogian a los apóstoles en Romanos 16:7 se leía “Junia” “o Julia”, ambas formas femeninas.
    Tanto Junia como Julia eran los nombres de la mujer, muy común antigua griega, mientras que las alternativas masculinas sugeridas por comentaristas modernos no tienen ninguna evidencia de manuscrito para apoyarlos. “Junius” y “Junianus” sugerido por unos, son los nombres de un buen hombre romano. ¡Sin embargo, ellos no aparecen en NINGÚN manuscrito antiguo de Romanos 16:7! … Hasta el momento, ni una referencia en la literatura antigua ha sido citada por cualquiera de los defensores de la hipótesis Junias (Junius). .. Esto ya implica que no tenemos un solo fragmento de evidencia de que el nombre Junias alguna vez existió” (3) Nota que Brooten no sólo habla de la carencia de este nombre en manuscritos en el NT, incluso en cualquier manuscrito antiguo, Griego o latino, secular o sagrado.
    Ciertos manuscritos primitivos realmente contienen una variante en el nombre que también es femenino. “Julia” es encontrada en P46, ello, pillar, eth, y Ambrosiaster. P46, un manuscrito de papiro que data aproximadamente del año 200 D.C, es uno de los manuscritos del Griego más antiguo y confiables del NT existente. En Romanos 16:7, P46 lee “a Julia”, que sólo puede ser femenina. ¿Cómo debe entenderse esto? En Romanos 16, Pablo elogia de modo significativo a una apóstol mujer. Sin embargo los traductores encontraron que una apóstol de mujer es inaceptable, arreglaron el nombre original por “Junias” substituyendo la propia palabra por la Palabra de Dios. Encontraremos que esta actitud y práctica han sido demasiado comunes: restringir el derecho de la mujer gracias al influjo cultural de la época de los traductores y al legalismo religioso.
    ¿Qué dice la Biblia? Pablo llama a Junia como pariente y compañera de prisiones. Como Pablo, ella había sufrido la persecución y el encarcelamiento por el Evangelio. Claramente, conocían su ministerio y fe hasta fuera de la iglesia. A veces olvidamos como los primeros cristianos,bajo el puño de hierro de pagano Roma, tuvieron que sufrir por proclamar a Jesucristo como Señor. Para Junia y Andronico(quizás su marido), ser un apóstol no era una materia de privilegio como si lo era ser un prisionero por causa de Cristo.
    Según Romanos 16:7, Junia se había hecho cristiana antes que el mismo Pablo. Su conversión ocurrió unos años después de la Resurrección de Cristo, Junia debe haber sido una de las primeras que se convierte al cristianismo y probablemente era una de los fundadores de la iglesia en Roma. Ella podría haber viajado a Jerusalén para la Pascua de los judíos y atestiguar la crucifixión y más tarde, la ascensión de Cristo resucitado. O quizás ella era una “de los visitantes de Roma, tanto judíos como prosélitos, ” quien fue convertida por las mujeres y los hombres que, llenados con el Espíritu de Dios, proclamaban las maravillas del poder de Dios en Pentecostés. Sabemos que la iglesia romana fue establecida antes de que Pedro y Pablo viajaran allí (Ro. 1:7-13).
    Pablo escribe que después de Su resurrección, Cristo apareció a 500 “hermanos” en un tiempo y más tarde a todos los apóstoles, la mayor parte de quien todavía vivían (yo Cor. 15:5-7). En el Griego, “los hermanos” son un término genérico, figurado para todos los cristianos verdaderos(5). Note además que en 1 Cor. 15:5-7 “los apóstoles”, quien atestiguaron Cristo resucitado son distintos, además de los Doce que eran apóstoles, por ende es un término que se extiende no sólo a ellos.
    Pablo se llama ” el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios” pero llamó a Junia ” muy estimada entre los apóstoles. ” Sería maravilloso saber más sobre Junia, Andronico y la fundación de la iglesia en Roma, pero este cuerpo seminal de creyentes en gran parte fue borrado durante las persecuciones de Neron, muriendo su historia con ellos.
    ¿Qué sabemos sobre los apóstoles? Según el Nuevo Testamento existente los apóstoles eran comisionados por Dios como:(6) operadores de milagros, (6) testigos que proclamaron la resurrección de Cristo, (7) fundadores y líderes de iglesias, (8) predicadores, (9) profesores, (10) disciplers, (11) y los gerentes financieros de la iglesia (12). No cada apóstol necesariamente fue implicado en todos estos ministerios, no hay ninguna razón de pensar que un apóstol aprobado como Junia fuera excluido de cualquiera de ellos. A diferencia de muchas iglesias hoy, los creyentes del 1r siglo honraron a las ministras Mujer que Dios les dio. Los que argumentan en desmedro la contribución de Junia deberían recordar que Pablo no habla de ella como un apóstol menor, por el contrario la elogia como excepcional, “muy estimada” entre los apóstoles. Ella era un apóstol tan estimada que los perseguidores paganos y judíos de los cristianos la vieron como peligrosa y la encarcelaron para impedir que siguiera con su misión apostólica , al parecer sin éxito, ya que ella y Andronico habían sido liberados y valientemente seguían en el ministerio de la iglesia en Roma cuando Pablo envió su epístola allí.
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    1. Bernadette Brooten, “Junia. . . Outstanding among the Apostles” A Catholic Commentary on the Vatical Declaration. New York: Paulist Press, 1977, p. 141.
    2. Chrysostom, Homily on Romans 16, in Philip Schaff, ed, A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church, vol. II. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1956, p. 555.
    3. Brooten, “Junia. . . Outstanding among the Apostles” A Catholic Commentary on the Vatical Declaration. New York: Paulist Press, 1977, pp. 142.
    4. Bauer Arndt Gingrich Greek English Lexicon of the New Testament article on adelphos p.15-16.
    5. Lucas. 11:49, 1 Cor. 12:28, Ef. 4:11
    6. II Cor. 12:12, Hechos 2:43
    7. Hechos 4:33
    8. Hechos 4:37 y 15:4, 1 Cor. 12:28
    9. Tim. 2:7 y II Tim. 1:11
    10. II Pedro 3:2 Judas 17, Hechos 2:42),
    11. Efesios. 4:12-13
    12. Hechos 4:34-37
    unias …Apóstol Femenina muy estimada entre los apóstoles.

    En Romanos 16:7, Pablo elogia a una mujer, llamada Junia junto a Andrónico, como ” muy estimados entre los apóstoles” A pesar de la mala traducción moderna de su nombre como “Junias” masculino “o Junius”, ningún comentarista antes del año 13o preguntaba si este apóstol era una mujer

    (1)Por ejemplo, Juan Crisóstomo, cuyas escrituras a menudo expresan la misoginia, escribió de Romanos 16:7 “cómo grande es la devoción de esta mujer que ella debería ser contada como digna de ser denominada apóstol! ” La razón del testimonio es simple: todos los manuscritos antiguos griegos y latinos que elogian a los apóstoles en Romanos 16:7 se leía “Junia” “o Julia”, ambas formas femeninas.

    Tanto Junia como Julia eran los nombres de la mujer, muy común antigua griega, mientras que las alternativas masculinas sugeridas por comentaristas modernos no tienen ninguna evidencia de manuscrito para apoyarlos. “Junius” y “Junianus” sugerido por unos, son los nombres de un buen hombre romano.
    ¡Sin embargo, ellos no aparecen en NINGÚN manuscrito antiguo de Romanos 16:7! … Hasta el momento, ni una referencia en la literatura antigua ha sido citada por cualquiera de los defensores de la hipótesis Junias (Junius). Esto ya implica que no tenemos un solo fragmento de evidencia de que el nombre Junias (en masculino) alguna vez existió”

    (3) Nota que Brooten no sólo habla de la carencia de este nombre en manuscritos en el NT, incluso en cualquier manuscrito antiguo, Griego o latino, secular o sagrado.Ciertos manuscritos primitivos realmente contienen una variante en el nombre que también es femenino. “Julia” es encontrada en P46, ello, pillar, eth, y Ambrosiaster. P46, un manuscrito de papiro que data aproximadamente del año 200 D.C, es uno de los manuscritos del Griego más antiguo y confiables del NT existente. En Romanos 16:7, P46 lee “a Julia”, que sólo puede ser femenina.

    ¿Cómo debe entenderse esto? En Romanos 16, Pablo elogia de modo significativo a una apóstol mujer.

    Sin embargo los traductores encontraron que una apóstol de mujer es inaceptable, arreglaron el nombre original por “Junias” substituyendo la propia palabra por la Palabra de Dios. Encontraremos que esta actitud y práctica han sido demasiado comunes: restringir el derecho de la mujer gracias al influjo cultural de la época de los traductores y al legalismo religioso.¿Qué dice la Biblia? Pablo llama a Junia como pariente y compañera de prisiones.

    Como Pablo, ella había sufrido la persecución y el encarcelamiento por el Evangelio. Claramente, conocían su ministerio y fe hasta fuera de la iglesia. A veces olvidamos como los primeros cristianos,bajo el puño de hierro de pagano Roma, tuvieron que sufrir por proclamar a Jesucristo como Señor. Para Junia y Andronico (quizás su marido), ser un apóstol no era una materia de privilegio como si lo era ser un prisionero (Hechos 8:3) por causa de Cristo.Según Romanos 16:7, Junia se había hecho cristiana antes que el mismo Pablo.

    Su conversión ocurrió unos años después de la Resurrección de Cristo, Junia debe haber sido una de las primeras que se convierte al cristianismo y probablemente era una de los fundadores de la iglesia en Roma. Ella podría haber viajado a Jerusalén para la Pascua de los judíos y atestiguar la crucifixión y más tarde, la ascensión de Cristo resucitado. O quizás ella era una “de los visitantes de Roma, tanto judíos como prosélitos, ” quien fue convertida por las mujeres y los hombres que, llenados con el Espíritu de Dios, proclamaban las maravillas del poder de Dios en Pentecostés. Sabemos que la iglesia romana fue establecida antes de que Pedro y Pablo viajaran allí (Ro. 1:7-13).Pablo escribe que después de Su resurrección, Cristo apareció a 500 “hermanos” en un tiempo y más tarde a todos los apóstoles, la mayor parte de quien todavía vivían (yo Cor. 15:5-7).

    (5) En el Griego, “los hermanos” son un término genérico, figurado para todos los cristianos verdaderos. Note además que en 1 Cor. 15:5-7 “los apóstoles”, quien atestiguaron Cristo resucitado son distintos, además de los Doce que eran apóstoles, por ende es un término que se extiende no sólo a ellos.

    Pablo se llama ” el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios” pero llamó a Junia ” muy estimada entre los apóstoles. ” Sería maravilloso saber más sobre Junia, Andronico y la fundación de la iglesia en Roma, pero este cuerpo seminal de creyentes en gran parte fue borrado durante las persecuciones de Neron, muriendo su historia con ellos.

    ¿Qué sabemos sobre los apóstoles? Según el Nuevo Testamento existente los apóstoles eran comisionados por Dios como:(6) operadores de milagros, (6) testigos que proclamaron la resurrección de Cristo, (7) fundadores y líderes de iglesias, (8) predicadores, (9) profesores, (10) discipuladores, (11) y los gerentes financieros de la iglesia (12).

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  5. Otro dato es de la Pastora Ninfa Colosenses 4:15b (Strong, Biblia de estudio Plenitud) En el siglo II d.C surgieron los templos cristianos, por lo tanto antes de ese tiempo los cristianos se reunían en las iglesias, Hechos 16.15-40, Filemon 2.

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  6. Rompiendo paradigmas.

    “LA MUJER NO PUEDE SER PASTORA O PREDICAR”

    Este mito sostiene que la mujer no puede liderar, argumentando innumerables pasajes bíblicos, y muchas iglesias se han privado de los dones, la capacidad y la unción de muchas mujeres llamadas al ministerio.

    Aquí en Presencia de Dios, más de la mitad de los 46 pastores son mujeres. Dios no trabaja con sexo, trabaja con corazones rendidos a Él, no trabaja con identidad de género, Dios trabaja con gente llena del Espíritu Santo.

    De pequeño yo iba a una iglesia muy conservadora donde se discutía si las mujeres tenían dones o no.

    Que la mujer, me enseñaron a mí, “calle en la congregación”, que no hable, que no opine, que no diga y, mucho menos, que lidere o pastoree.

    Innumerables pasajes en la Biblia, ya conocidos por todos, nos hablan del liderazgo de la mujer como por ejemplo las hijas de Zelofehad en Números 27:1-11; el caso de Débora; el caso de las mujeres que servían al Señor con sus bienes y estaban en el equipo de liderazgo de Jesús.

    Querid@ lector@ quiero animarte a matar “la vaca sagrada” de conceptos equivocados que nos han enseñado, o peor aun, de malas experiencias con mujeres, que no se trata de una “mujer mala”, sino de la actitud de la carne que no es privativa de ningún género.

    Durante años se enseñó que las mujeres eran para cuidar a los niños, o que su primer ministerio era ser madre, segundo apoyar a su esposo, o sencillamente estar en alabanza y en adoración.

    Recuerdo, cuando era adolescente, que en una oportunidad salíamos a buscar a unos niños para la escuela bíblica y una de las chicas oró habiendo muchachos presentes, un joven, inmediatamente fue al pastor a decirle que ella había orado delante de un hombre, cuando la Biblia enseñaba que la mujer debe callar delante de los hombres y una sarta de enseñanzas tontas, necias. Oro a Dios, porque Él levantará mujeres
    pioneras como Sifrá y Fúa, que desobedecieron el edicto de faraón cuando se les ordenó matar a todos los niños israelitas (Éxodo 1:15-21), o como las hijas de Zelofehad, como Débora, como Ruth, como María, y un montón de otras mujeres que trabajaron con Pablo.

    Uno de los argumentos que he escuchado es que Jesús no eligió mujeres discípulas, no nombró apóstoles mujeres, pero eso es un argumento sin sentido, porque en caso, entonces, de seguir esa línea de argumento cada pastor:

    a) tendría que elegir doce
    b) todos tendrían que ser de Galilea
    c) todos tendrían que hablar en arameo

    Estoy convencido de que estas ideas basadas en “racionalizaciones”, lo único que están mostrando
    es el machismo imperante en muchos líderes que compiten con las mujeres y que no soportan trabajar en equipo.

    Algunos dicen que en 1 Pedro 3:7 dice que la mujer es vaso mas frágil y por eso no puede liderar en el ministerio. Esto es falso también. Pedro está pensando las múltiples persecuciones que las mujeres han sufrido históricamente y religiosamente. Pero bajo ningún concepto está pensando que la mujer es más débil.

    Por supuesto que hay características distintas en el hombre y en la mujer, características emocionales, psicológicas, culturales. Sí, podríamos decir que somos distintos, no cabe duda, pero eso no quiere decir que somos inferiores al otro.

    Algunos hombres son como el malvado Abimelec que cuando aterrorizaba al pueblo de Dios, una mujer, que no sabemos su nombre, le tiró una piedra desde un techo y le rompió el cráneo (Jueces 9:53-55). Abimelec, enojado, pidió a su escudero que lo matara para que nadie dijese que una mujer lo había vencido.
    Así algunos hombres prefieren morir antes que aceptar las capacidades de las mujeres.

    Cuando María se echo a los pies del Señor, Marta entró en un ataque de ansiedad limpiando la casa porque las mujeres tenían prohibido sentarse a los pies de un rabino, y mucho menos echarse a los pies, porque cuando un rabino iba a la casa, inmediatamente los hijos varones eran los que podían aprender.
    Echarse a los pies significaba que en el día de mañana iba a ser maestro. Cuando Marta vio a su hermana no solamente sentarse a escuchar, sino echarse a los pies, porque María quería ser líder, Jesús le dijo: “Marta, María eligió la mejor parte, y no se le será quitada”.

    Ojalá que el testimonio de las “Marías” que han sido valientes, pioneras, líderes, puedan estimular a que otras “Martas”, engañadas en las tareas del hogar, puedan echarse a los pies del Señor y liberar su potencial. (No digo que no hagan nada en el hogar y en sus empleos seculares, sino que trabajen también en la obra, todo debe tener un equilibrio)

    Muchos hombres cuando leen esto, inmediatamente dicen: “Esto es feminismo, esto es liberación de la mujer”, e inmediatamente etiquetan y rotulan poniéndole algo malo a lo que estamos enseñando, sencillamente demostrando su inseguridad.

    No estamos hablando de feminismo, ni de machismo, sino de trabajo en equipo, mutua responsabilidad, mutuo amor y un liderazgo de equipo. Jesús tenía mujeres en su equipo, Lucas 8: 1-3 dice que junto con los doce había mujeres: María
    Magdalena, Juana, Susana, y otras que le servían con sus bienes.
    No es el objetivo de este artículo analizar todos los pasajes. Hay muchos libros muy buenos que analizan y profundizan todo el tema teológico. Sencillamente, estoy removiendo en este artículo, querid@ herman@ y consierv@, ideas que no nos han servido, que nos han lastimado y que no funcionaron, porque son erradas y antibiblicas.

    Tenemos mujeres líderes como Priscila (Hechos 18:18-21), Febe (Romanos 16:1-2), Junía (Romanos 16:7), Ninfa (Colosenses 4:14), Evodia y Síntique (Filemón 4:2-3) y un montón más.

    “LA MUJER CALLE EN LA IGLESIA”

    Quiero poder arrojar algunas ideas claves para entender estas enseñanzas transmitidas equivocadamente.

    1 Corintios 14: 34-35: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación”. (Cuando aparece en la Biblia la palabra ley en minúscula, se refiere a dogmas de hombres)
    A partir de aquí se ha enseñado que las mujeres no pueden orar, cantar y menos predicar u orar delante de un hombre, sí pueden cuidar a los niños, estar en el coro, y enseñar mujeres, etc.
    Algunos estudiosos han dicho que estas mujeres de Corintios, sentadas en algún lugar especial todas juntas, lo que hacían era ponerse a hablar, creando un murmullo, hablando fuera de lugar, fuera de tiempo, lo que generaba distracción y ruido permanentemente en la congregación, como en muchas iglesias cuando se llaman a los de primera vez, o a los que se van a bautizar, y la gente lo toma como un recreo para poder conversar con el que está al lado. Esto es sencillamente, porque a la mujer no se le enseñaba, y como ahora estaban teniendo tal privilegio de aprender no sabían como comportarse, en tal caso lo recomendable seria pedir que guarden silencio, sea mujer o sea hombre.

    Sería como un letrero que dijese “silencio” en una biblioteca, pero tomar desde allí ese cartel y usarlo para todos los ámbitos de la vida sería algo equivocado. Justamente cuando Pablo dice: “Pregunten en casa a sus maridos”, lo que está diciendo es que la
    mujer puede aprender, puede crecer, o sea justamente está quebrando la ley de que la mujer no tenía por qué ser enseñada (Como no sabían como comportarse en la congregación y al preguntar creaban alboroto, debían preguntarles a sus esposos, los cuales desde niños habían recibido educación, pero eso no puede seguir como costumbre, ya que hoy día en nuestra cultura, la mujer desde niña se le permite ir a la escuela y prepararse y por ende sabe comportarse y de esa manera puede participar en las reuniones de la iglesia, eso es lo mas sano, Bíblico y humanístico, el derecho a la educación). Por eso Pablo ordeno a Febe como diaconisa y a Junias como apóstol, sería contradictorio que ahora Pablo diga que es indecoroso que una mujer hable cuando en otros lugares ordenó mujeres.

    Si la mujer sabe comportarse, puede preguntar a quien este predicando o dando un estudio, lo mismo aplica para el hombre.

    En el versículo 34 y 35 Pablo está tomando frases y palabras que ellos le habían escrito, los Corintios, y se las contesta en el versículo 36. Tenemos que saber que el idioma griego no tiene comillas, sino que se utiliza un símbolo similar a la N, que puede citar un texto para denotar que fue tomado de otra fuente.
    Entonces al final del versículo 35 aparece esta N con acento grave doble, como que Pablo está citando un texto (para profundizar este aspecto ver el libro de Cunningham/ Hamilton, “¿Por qué no la mujer?”, Editorial Jucum, 2003, p. 196 y 197)
    Por ejemplo en 1 Corintios 7:1 Pablo cita una carta que le habían enviado los líderes de Corinto: “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno les sería al hombre no tocar mujer”, allí muestra que está citando una frase de ellos. Recordemos que la iglesia de Corinto tenía cantidades de ideas equivocadas, de que el cuerpo era malo, de que ser soltero era superior, de que tener relaciones sexuales era pecado, y entonces Pablo necesita ir aclarando innumerables ideas equivocadas, como esta herejía: “No toqueis mujer” o “bueno le sería al hombre no tocar mujer”, allí está aclarando y contestando. Lo mismo hizo en Corintios 14:34-36 donde escribe, miremos el pasaje: “¿Acaso ha salido de vosotros la Palabra de Dios, solo a vosotros ha llegado? Si alguno se cree profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. Mas el que ignora, ignore” (1 Corintios 14: 36 al 38)

    Pablo está diciendo: ¿Cómo, ustedes están creyendo que salió palabra de Dios de ustedes, diciendo la barbaridad que están enseñando? Por eso cuando él les dice en el versículo 34: “Como también la ley lo dice”, les está mostrando que ellos estaban citando leyes fuera del Antiguo Testamento porque en éste no
    hay ninguna ley que prohíba a la mujer hablar. Entonces, ellos estaban citando leyes ajenas a las escrituras, recordemos que los rabinos basaban su fe en un inmenso volumen de comentarios inspirados por otros rabinos, y que eso se transmitía oralmente.
    Lo mismo el pasaje de 1 Timoteo 2:11: “La mujer aprenda en silencio con toda sujeción” parecería como negativo, pero Pablo lo estaba usando positivamente: la mujer puede aprender, con un buen espíritu puede crecer. Recordemos que en la época, los rabinos judíos enseñaban que era algo perverso que las
    mujeres enseñaran la ley y Pablo está dinamitando todos esos conceptos.

    Pablo estaba pensando en cierta mujer efesia promotora de falsas enseñanzas cuando le escribió a Timoteo, o sea que Pablo ordenó callar a todos los falsos maestros, ya sean hombres o mujeres. Incluso Pablo los cita: Imenea, Alejandro, Fileto, etc.
    Esta frase en el original se tendría que traducir por un imperativo, no es una sugerencia, la mujer tiene que aprender y justamente Pablo está empujando a la mujer a crecer, a liderar. La expresión “aprenda en silencio”, o “quietamente”, significa “en paz”, no en conflicto, no en guerra. Hay tiempo para hablar y tiempo para callar.

    En 1 Timoteo había mujeres también enseñando falsas doctrinas y mujeres que no estaban entrenadas ni preparadas para el ministerio público y Pablo lo que está haciendo es animándolas a prepararse. Como en muchas iglesias de hoy, hay gente que lidera, enseña, y no han sido entrenados, formados, ni tienen
    deseos de superarse.

    Donde dice la mujer no ejerza dominio, la palabra es “authenteo” que no significa “dominio”, sino algo violento, tiene una connotación de lastimar y Pablo está frenando actitudes que lastiman a los demás.

    De allí 1 Timoteo 2:12 dice: “Porque no permito a la mujer enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre”, está hablando en contra de la violencia.

    Recordemos que cuando Jesús estuvo entre nosotros no habló directamente para abolir la esclavitud; sin embargo, la minó con conceptos como amar al prójimo como a uno mismo, dado que no se podía tener un esclavo y amarlo como a uno mismo.

    Lo mismo hizo Pablo cuando les dijo a los amos: “Traten a los esclavos de la misma manera que ustedes desean ser tratados”, no se puede amar y esclavizar de la misma manera. Son maneras indirectas de minar conceptos arraigados popular y culturalmente dado que la esclavitud era un aspecto político ligado a la economía de la cultura. Y Pablo tiene que batallar contra eso de una manera sabia.

    Dice Joel que: “Después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días”. Oro para que este pasaje se cumpla en nuestro tiempo.

    Es interesante que cuando Jesús decía que Él era “el Hijo del Hombre” incluyó los dos géneros, sería mejor traducir “hijo de hombre” como “ser humano” o “persona”, dado que la palabra que allí utiliza es “ántropos” que involucra a los dos. Jesús nunca utilizó el término griego “aner” que describe solo al género masculino traducido como varón, hombre es un genérico en este caso.
    Cuando Jesús revela a Dios Padre, no lo revela como un ser masculino la palabra “abba” o “ab” significa “fuente de quien uno depende”. Considerar que Dios es masculino realmente es un disparate, tampoco podemos pensar que es mujer.

    Recordemos que Pablo está batallando contra tres culturas totalmente paganas: la romana, la griega, y la judía, llena de patriarcalismos, de machismos e ideas erróneas. Hoy Pablo estaría luchando contra la cultura latinoamericana, herencia de aquellas tres culturas. Mujer y hombre son compañeros, no objetos de propiedad el uno del otro, es decir; ambos son uno solo como esposos.

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  7. Qué pasa con todos los verdaderos creyentes? En dónde dejan la Palabra que dice: PORQUE NO PERMITO A LA MUJER ENESEÑAR NI QUE TOME AUTORIDAD SOBRE EL VARON. Si alguno quiere ser contencioso, que contienda con Dios.

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  8. Hay unos o unas porque saben griego o hebreo quieren hacer nos creer que blanco significa negro y negro blanco, y hombre mujer etc. Pero la Palabra de Dios no deja ninguna duda sobre el papel del hombre y de la mujer, sino que escrito está y traducido a todos los idiomas que la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza del hombre es Cristo, y Dios es la cabeza de Cristo. Hay una cadena de mando que Satanas ha quebrado con el feminismo, y por esto estamos en la Apostasia. Y como Satanas trabaja en las tinieblas, usa agentes anónimos…

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  9. LA BIBLIA MENCIONA, DIACONISAS, NADA MAS, Y AUNQUE QUIERAN TORCER LA ESCRITURA, LA BIBLIA ES LA REGLA INFALIBLE, SE MENCIONA EL MINISTERIO DE LA MUJER, PERO NO LA ORDENACION DE LA MUJER. HAY DE AQUEL QUE TRATE DE CAMBIAR LAS ESCRITURAR

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  10. «Porque no permito a la mujer enseñar , ni tener dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, despues Eva; y Adan no fue engañado, sino que la mujer…», más claro no canta el gallo, el que tiene oidos,oiga…

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    • Buenos dias Dios les bendiga nuevamente les saluda la hermana Rosita.

      Una de las escrituras que me llamaron a la atencion al principio cuando comence a entender este tema fue el nacimiento de Jesus. si notan el angel hablo a Maria que tendria al mesias en su vientre claro esta debe avisarle pues imaginate que saliera embarazada asi por asi le hubiese podido dar hasta un infarto del susto pero si notamos esa fue la unica vez que el Angel le hablo a Maria. luego el Angeol se le aparecio a Jose varias veces haciendolo responsable para decirle del embarazo, para decirle que se fuera de egipto , para decirle cuando debia regresar en pocas palabras el era el responsable de Jesus y Maria no Maria de Jesus y Jose ella simplemente llevaria al niño en el vientre. unos dirian » Pero Dios uso a Maria para traer al salvador es cierto» pero recuerden que la promesa era que el mesias seria descendiente de David y el descendiente era Jose no Maria y si Maria no estuviera comprometida con Jose sino la virgen Juana, pues Juana seria la portadora del niño. La genealogia de Jesus en Mateo enseña que no dice hijo de Maria sino hijo de Jose y observen todas las veces que Dios le habla a Jose para que cuide del niño y de su madre.

      cuando en pentecostes que vino el Espiritu Santo entre los apostoles estaba Maria y ella tambn recivio la promesa humanamente nosotros pensariasmos que por ser la que lo trajo al mundo, al gran Rey, al Señor de Señores le correspondia por heredad ser la primera en hablar en publico pero no fue ella sino Pedro y ella nunca mas fue notoria entre los escritos de los apostoles.

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